La crisis del sistema de salud en Colombia continúa agudizándose debido a la escasez de medicamentos en distintas regiones del país. Pacientes con enfermedades crónicas y graves denuncian que no han podido acceder a los fármacos recetados, lo que ha generado protestas y largas filas en dispensarios en ciudades como Bogotá, Cali y Pereira.

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El ColombianoLa situación afecta especialmente a los usuarios de la Nueva EPS, la entidad con mayor número de afiliados en el país. Esta empresa de carácter mixto absorbió a miles de pacientes provenientes de prestadoras de salud intervenidas o en quiebra, lo que ha sobrecargado aún más su capacidad de respuesta.
En abril del año pasado, la Nueva EPS fue intervenida por la Superintendencia Nacional de Salud debido a problemas financieros y administrativos, lo que incrementó las dificultades para garantizar la entrega de medicamentos. Lea: Petro anuncia hallazgo de “medicamentos faltantes” tras desabastecimiento
Pacientes en dificultades para acceder a tratamientos esenciales
En las últimas semanas, los reclamos se han centrado en las sedes de Audifarma, la entidad encargada de la distribución de medicamentos en el sistema público de salud. Los usuarios denuncian que la atención ha empeorado y que los tiempos de espera se han extendido sin que haya respuestas claras.
Antes, las demoras se limitaban a la obtención de citas médicas o la realización de procedimientos, pero la entrega de medicinas funcionaba con relativa normalidad. Ahora, los pacientes aseguran que no solo persisten las dificultades previas, sino que acceder a los fármacos se ha vuelto prácticamente imposible.

“Hemos hecho rifas para poder comprar ese medicamento”, relató Gloria Ramírez, una ciudadana que madrugó para hacer fila en una sede de Audifarma en el barrio Restrepo de Bogotá. Ramírez explicó que su hermana discapacitada requiere una serie de medicamentos, entre ellos carbamazepina para la epilepsia y citagliptina para la diabetes. Sin embargo, en enero solo recibió “solo uno de quince”, por lo que ha tenido que recurrir a donaciones y actividades comunitarias para conseguirlos.
“Son medicamentos tan esenciales” y la respuesta en los dispensarios es “no hay, no hay, y pasan los meses y no hay”, agregó Ramírez, quien responsabilizó al Gobierno por la crisis actual.
Las dificultades no solo afectan a Bogotá. En Cali y Pereira, decenas de personas bloquearon vías principales como medida de presión para exigir soluciones. Las manifestaciones reflejan el descontento de los pacientes que sienten que sus derechos están siendo vulnerados.
Cruce de acusaciones entre el Gobierno y el sector farmacéutico
El Gobierno de Gustavo Petro ha señalado a las empresas privadas del sector salud de ser responsables de la crisis y de oponerse a la reforma sanitaria impulsada por su administración. En el caso específico de la escasez de medicamentos, el Ejecutivo ha acusado a los gestores farmacéuticos de acaparar productos con el fin de generar malestar entre la población.
“La salud ha sido dominada por el negocio privado, no hay punto que uno mire en el sistema de salud donde no haya una interferencia”, afirmó Petro durante una visita a un centro de salud en Los Patios, Norte de Santander. Además, anunció que ordenó a la Superintendencia de Salud “que allí donde se detecten bodegas llenas de medicamentos que no entregan a la población, buscando que la población se vaya contra el Gobierno, se allanen, y el Ejército y la Policía tienen que estar disponibles” para garantizar su distribución.
Sin embargo, desde el sector privado rechazan estas acusaciones. Ignacio Gaitán, presidente de la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos de Investigación y Desarrollo (Afidro), negó que haya acaparamiento y sostuvo que el verdadero problema es la falta de recursos.

“Nuestro mejor indicador de mercado es que un medicamento llegue y se distribuya, nunca que se quede almacenado”, escribió Gaitán en su cuenta de X. Agregó: “Invito al Gobierno a que pensemos en los pacientes, desde Afidro estamos presentando propuestas al Ministerio de Hacienda para buscar mecanismos que solucionen los problemas del flujo de recursos del sistema de salud y volver más eficiente la cadena de entrega de medicamentos”.
Impacto de la crisis en el sistema de salud y los pacientes
De acuerdo con reportes locales, la Nueva EPS acumula 217.108 quejas por la no entrega de medicamentos, lo que representa el 68,1 % del total de reclamos recibidos. Esta situación ha intensificado el malestar entre los usuarios y ha puesto en evidencia la fragilidad del sistema de salud.
El problema de desabastecimiento se da en un momento crucial para el Gobierno, pues la Comisión Séptima del Senado estudia la reforma a la salud, luego de que fuera aprobada en la Cámara de Representantes en diciembre pasado. La discusión se da en un clima de incertidumbre, especialmente tras el reciente hundimiento de la reforma laboral.
Mientras el debate sigue en el Congreso, miles de pacientes en todo el país continúan enfrentando dificultades para acceder a tratamientos esenciales. La falta de soluciones concretas y la tensión entre el Gobierno y el sector privado mantienen en vilo a millones de colombianos que dependen del sistema público de salud para su bienestar.