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Se hacía pasar por chamán para drogarlas y violarlas: así operaba

El Tribunal Superior de Cundinamarca redujo la pena impuesta a Edgar Orlando Gaitán, el falso chamán, por acceso carnal. Sepa cuál es la nueva condena.

Se hacía pasar por chamán para drogarlas y violarlas: así operaba

Hay polémica por reducción de la pena del falso chamán. // Foto: tomada de internet

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Edgar Orlando Gaitán es el nombre del falso chamán, quien se encuentra preso en la cárcel La Tramacúa de Valledupar, tras ser detenido en 2019 en Playa del Carmen, México.

Según las investigaciones, el hombre habría utilizado su aparente conocimiento de la cultura indígena para realizar rituales en los que administraba yagé y otras medicinas ancestrales, con el propósito de dejar a sus víctimas indefensas y abusar de ellas. Entre las afectadas se encontraban menores de edad.

Su proceso judicial lleva más de una década. En la más reciente decisión, la Sala Penal del Tribunal Superior de Cundinamarca y Amazonas redujo su condena a 14 años, principalmente había sido condenado a 29 años de cárcel, por acceso carnal a persona en incapacidad de resistir. La sentencia desató polémica por los argumentos en los que se basó el fallo. Le puede interesar: Capturado falso chamán señalado de abusar de 50 mujeres

“Las personas comenzaron a identificarlo como un taita o chamán, una imagen que él mismo ayudó a consolidar al vestir atuendos y utilizar utensilios indígenas. Además, afirmaba ser el nieto de la última indígena Carare. Un acontecimiento que fortaleció aún más su imagen ocurrió en 1990, cuando la Asociación de Trabajadores Campesinos del Carare (ATCC) recibió el Premio Nobel Alternativo de Paz. Como él era su presidente en ese momento, la organización lo envió en su representación para recibir el galardón. Esto llevó a que muchas personas lo identificaran con el premio, e incluso algunas creyeran que él lo había ganado directamente”, se lee en el fallo del Tribunal.

Edgar Orlando Gaitán es el nombre del falso chamán. // Foto: tomada de internet
Edgar Orlando Gaitán es el nombre del falso chamán. // Foto: tomada de internet

Los casos se reportaron entre 2008 y 2012 en la población de La Vega, Cundinamarca, donde ofrecía sus servicios de supuesto “guía espiritual”. Ese año, una joven de 17 años denunció que, en medio de las ‘curaciones’, Gaitán violaba a sus discípulas. Esta víctima fue la que abrió la puerta para que otra decena delatara al ‘taita’ disfrazado, que no era indígena, sino que tiene un origen campesino. Pese a las denuncias, solo se ratificó la condena en tres hechos y se descartó la condición de indefensión en los otros.

El modus operandi de Edgar Orlando Gaitán, el falso chamán

Según la Fiscalía General de la Nación, su carisma y habilidad para manipular, le permitieron crear un entorno de abuso sistemático. Se consolidó como un “ser superior” dentro de la comunidad y, de está manera, logró colocar a sus víctimas en un estado de inferioridad psíquica derivado de la imagen de poder que proyectaba. Es en este contexto es que Gaitán perpetró los abusos sexuales. Por ello, el ente investigador dijo que las víctimas no pudieron defenderse ni entendieron la naturaleza de esos actos, porque estaban en un estado de subordinación. Además, Gaitán aseguraba que dichos tocamientos y actos sexuales que realizaba eran parte de “rituales de sanación”.

El ente acusador determinó que Gaitán engañó a la comunidad y que se aprovechó de la fe de sus seguidoras, quienes acudieron a él buscando obtener sanación física, mental y espiritual. Las víctimas se encontraban en un estado de vulnerabilidad y bajo coerción por el rol de autoridad y superioridad que Gaitán ejercía sobre ellas, lo que les impidió resistirse a la violencia sexual.

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