El presidente de Colombia, Gustavo Petro, aceptó la renuncia de Andrés Camacho como ministro de Minas y Energía, cargo que había asumido en su momento para reemplazar a Irene Vélez. La salida de Camacho se produce en medio de una reorganización del gabinete ministerial del mandatario, y ya comienzan a sonar nombres para su reemplazo.
A través de su cuenta de X, el propio Andrés Camacho confirmó su renuncia, agradeciendo al presidente Petro por la oportunidad y resaltando algunos logros de su gestión. En su mensaje, destacó especialmente su trabajo en la transición energética, una de las áreas clave durante su mandato. Camacho expresó: “Agradezco su confianza, beligerancia para impulsar la transición energética y su firmeza para abrirle campo a una nueva generación de progresistas”.
Durante su gestión, el ministro saliente también hizo un balance positivo de sus acciones frente a situaciones difíciles, como el fenómeno de El Niño, que afectó el suministro de energía en el país. En ese contexto, destacó el papel de las plantas térmicas como una medida esencial para garantizar la estabilidad energética del país. Lea: Gustavo Petro acusa a la oposición de sabotear las reformas de su Gobierno
No obstante, la gestión de Camacho estuvo marcada por críticas en torno al abastecimiento de gas en Colombia. A finales de 2024, el país comenzó a importar gas para consumo de los hogares, lo que generó un aumento en las tarifas del servicio. Este ajuste fue una de las consecuencias del incremento de los costos de transporte, que afectó a diversas empresas de gas, quienes elevaron sus precios con el control y aval de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg).
Según un análisis del Centro de Estudios Económicos, Anif, la crisis en el sector gasífero está vinculada a la menor inversión en exploración y la reducción de incentivos para perforar nuevos pozos de gas. Esto ha provocado que la oferta local no sea suficiente para cubrir la creciente demanda de este recurso.

Anif señaló que “es imperativo que el país no solo reaccione con medidas paliativas como la importación, sino que adopte decisiones estructurales para garantizar la seguridad energética a largo plazo. Si no se toman medidas oportunas en términos de exploración, desarrollo de nuevas fuentes y optimización del mercado del gas, el problema podría intensificarse en los próximos años con consecuencias aún más profundas para la economía y la sociedad en su conjunto”.
Este desafío energético será uno de los principales retos para el sucesor de Camacho, quien deberá enfrentarse a la necesidad urgente de soluciones estructurales para garantizar el suministro de gas y la estabilidad del sector energético en el país.
Entre los nombres que se barajan como posibles reemplazos para Camacho se encuentran Orlando Velandía, presidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y comisionado de la Creg, y Edwin Palma, exviceministro de Trabajo, actual interventor de Air-e y miembro de la junta de Ecopetrol.