El escenario político de Barranquilla podría verse sacudido por nuevas revelaciones sobre presuntos hechos de corrupción. Héctor Amarís Rodríguez, conocido como el ‘Oso Yogui’ y excolaborador cercano de Alejandro Char, según información de Caracol Radio, anunció su intención de colaborar con la Fiscalía. Amarís asegura poseer información clave sobre irregularidades en la empresa de servicios públicos Triple A, la compañía IARCO, la campaña de Aida Merlano y la cadena de supermercados Súper Tiendas Olímpica.
El exfuncionario, quien estuvo vinculado al entorno de Char durante 14 años, afirmó que ha decidido “romper el silencio” y aportar pruebas documentales sobre supuestas prácticas corruptas. También denunció haber sido objeto de persecuciones junto con su familia, lo que ha incrementado el interés en sus declaraciones.
En este contexto, Laura Ardila, periodista y autora del libro La Costa Nostra, una biografía no autorizada sobre la familia Char, analizó la relevancia de Amarís en la estructura de poder en Barranquilla. En entrevista con 6AM, explicó que su apodo proviene de su estatura y gusto por la comida, en referencia al personaje animado. Lea: Verano y Char articulan estrategias para combatir a bandas criminales
“Se dio a conocer en la segunda alcaldía de Alejandro Char, alrededor de 2015, cuando su nombre comenzó a sonar en toda la ciudad”, indicó Ardila. Aseguró que, además de participar en fiestas y eventos junto al mandatario, Amarís “ayudaba a gestionar encuentros con funcionarios del Gobierno Nacional, incluso sin tener un contrato oficial”.
De acuerdo con la periodista, su influencia aumentó a partir de 2018, cuando se le vio actuar como un operador clave en la administración local. “En esa alcaldía, el hombre se movía como si fuera un jefe. Se escribía por chat con secretarios de despacho sobre asuntos de la administración”, aseguró.
Las acusaciones en su contra
Amarís fue vinculado a una serie de escándalos de corrupción, incluyendo el desfalco de la Triple A, que según la Fiscalía, alcanzó los 300.000 millones de pesos. “En una investigación periodística descubrimos que, en el momento en que ocurría el desfalco y en el que Héctor Amarís ocupaba este lugar de poder en Barranquilla, esa empresa estaba a su nombre”, reveló Ardila.
La investigación también identificó a IARCO como una de las compañías involucradas en el fraude, cobrando por servicios inexistentes. Además, Ardila recordó testimonios de personas que mencionaron la salida de “maletines llenos de billetes” de las oficinas de la Triple A, una práctica que según las denuncias estaría vinculada a Amarís.
Por otra parte, su nombre fue mencionado por la excongresista Aida Merlano en su denuncia sobre la compra de votos en Barranquilla y el Atlántico. “Todo el país supo cuando Aída Merlano mencionó a este señor con nombre propio y lo señaló como uno de los alfiles principales de Alex Char en el supuesto caso de corrupción y compra de votos en Barranquilla y el Atlántico”, enfatizó la periodista.
Las posibles repercusiones de su testimonio
Laura Ardila contextualizó las acusaciones dentro del panorama político del Caribe colombiano, dominado por la familia Char. “Los políticos más poderosos del Caribe colombiano son los Char, un grupo que ha mantenido un poder hegemónico en el Atlántico durante años”, explicó. Aunque hay otras dinastías políticas en la región, como los Name y los Gerlein, según la periodista, estas giran en torno a los Char.
La autora de La Costa Nostra resaltó que, pese a las constantes denuncias y pruebas periodísticas sobre presuntos actos de corrupción, las acciones judiciales han sido limitadas. No obstante, con el testimonio de Amarís, podrían abrirse nuevas líneas de investigación.
“Es razonable pensar que podría tener lo que dice poseer”, afirmó Ardila en referencia a la documentación que Amarís ha prometido presentar. Enfatizó, además, la importancia de que la justicia actúe con base en pruebas sólidas: “La justicia tendrá que revisar todo: las pruebas documentales y lo que él diga. Eso me llama la atención, porque en el caso de Aida Merlano, aunque había algunas pruebas y sus testimonios tenían coherencia con hechos probados, nunca hubo pruebas documentales contundentes”.