La delegación del Gobierno de Colombia en la mesa de diálogos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) instó este viernes a esa guerrilla a detener la escalada de violencia en la región del Catatumbo, donde desde el 16 de enero sostiene un enfrentamiento con el Frente 33 de las disidencias de las FARC.
“La sociedad colombiana le exige al ELN parar su agresión contra la población civil en el Catatumbo”, expresó la delegación negociadora en un comunicado público, en el que condenó el impacto del conflicto sobre la comunidad.
El recrudecimiento de los combates ha dejado un saldo alarmante. La Defensoría del Pueblo y la Gobernación de Norte de Santander han reportado entre 60 y 80 personas muertas, mientras que el número de desplazados ya supera los 50.000. Sin embargo, debido a las difíciles condiciones en las zonas más apartadas, las autoridades solo han logrado recuperar 47 cuerpos. Lea: Catatumbo: gobierno expide decreto para garantizar la seguridad
Dentro de las víctimas confirmadas hay seis firmantes del acuerdo de paz de 2016, mientras que 12 excombatientes de las antiguas FARC permanecen desaparecidos. La crisis humanitaria se agrava por las restricciones de movilidad y el temor de la población, que se ha visto obligada a abandonar sus hogares para huir de los enfrentamientos.
El Gobierno también rechazó los señalamientos hechos por alias ‘Antonio García’, máximo jefe del ELN, quien responsabilizó al presidente Gustavo Petro por la crisis humanitaria en la región.
“No sigan inculpando al presidente (Gustavo) Petro y al Gobierno del desplazamiento forzado de decenas de miles de personas que ha traído su accionar despiadado”, respondió la delegación gubernamental ante las acusaciones del líder guerrillero.
En redes sociales, ‘Antonio García’ aseguró que “es Petro quien ha generado la crisis humanitaria en el Catatumbo, promoviendo y facilitando el desplazamiento masivo, con el pretexto de proteger a la población civil”. Estas declaraciones han sido rechazadas por las autoridades, que insisten en que el principal responsable de la violencia es el propio ELN.
Los combates en el Catatumbo se intensificaron luego de que el 16 de enero se registrara el asesinato de tres miembros de una misma familia, entre ellos un menor de edad, en el municipio de Tibú. Ese hecho desató una serie de ataques que han convertido la zona en el epicentro de una guerra sin tregua entre grupos armados ilegales.
En respuesta a estos hechos, el presidente Petro anunció el 17 de enero la suspensión de los diálogos de paz con el ELN, argumentando que esta guerrilla ha cometido “crímenes de guerra” con los recientes ataques a firmantes del acuerdo de paz.
“Lo que ha cometido el ELN en el Catatumbo son crímenes de guerra. Se suspende el proceso de diálogo con este grupo, el ELN no tiene ninguna voluntad de paz”, manifestó el mandatario a través de su cuenta de X.