En un hecho que ha conmocionado a la ciudad y ha puesto en evidencia la creciente ola de violencia en Colombia, Jonathan Acevedo García, un ciudadano colombo-canadiense de 42 años, fue asesinado a tiros en un exclusivo restaurante de la zona comercial de El Poblado, en Medellín.
El crimen ocurrió en plena luz del día, alrededor de las 2:30 de la tarde, cuando dos sujetos armados ingresaron al establecimiento ‘Mi Arepa’, ubicado en el Mall El Indio, y dispararon repetidamente contra Acevedo, impactándolo en la cabeza. Los atacantes huyeron del lugar en una motocicleta de alto cilindraje, mientras que las dos personas que acompañaban a la víctima lograron escapar ilesas. Lea aquí: Masacre en Aguachica: detalles que explican el trágico error de los sicarios
El homicidio de Acevedo se suma a una serie de crímenes violentos que han sacudido al país en los últimos meses, donde el sicariato y los ajustes de cuentas relacionados con el narcotráfico han experimentado un preocupante repunte.
Un crimen que refleja la complejidad del problema
Las primeras investigaciones sugieren que el asesinato de Acevedo podría estar relacionado con un ajuste de cuentas vinculado al narcotráfico. Aunque las autoridades no han confirmado oficialmente los motivos del crimen, fuentes cercanas al caso indican que la víctima habría estado involucrada en actividades ilícitas, lo que habría desencadenado el ataque.
Sin embargo, este hecho no solo resalta la persistencia del crimen organizado en Colombia, sino también la capacidad de estos grupos para operar en zonas de alto perfil, como El Poblado, uno de los sectores más exclusivos y vigilados de Medellín.
Tras el crimen, las autoridades cerraron el centro comercial durante varias horas para realizar las diligencias correspondientes. Entérate: EE. UU. deportará 2.000 colombianos tras disturbios en Copa América 2024
El contexto de la violencia en Colombia
El asesinato de Jonathan Acevedo ocurre en un momento en el que Colombia enfrenta un aumento significativo de la violencia en varias regiones. Aunque el país ha logrado avances importantes en materia de seguridad en las últimas décadas, la presencia de grupos armados, carteles de droga y bandas criminales sigue siendo una amenaza latente.