Después de estar a la deriva desde noviembre de 2024 debido a una falla en los motores de su embarcación, dos personas originarias de la isla de Santa Lucía fueron rescatadas por la Armada de Colombia en coordinación con el buque pesquero “Capt Hyde I”. El dramático incidente ocurrió en el Mar Caribe, a más de 2.200 kilómetros de la isla de San Andrés.
El hallazgo se produjo en Cayo Bajo Alicia, ubicado a 32 millas náuticas (59 kilómetros) de Cayo Serranilla, gracias al aviso de la tripulación del “Capt Hyde I” a las capitanías de puerto de San Andrés y Providencia. En respuesta, la Armada de Colombia desplegó el Patrullero Oceánico ARC “20 de Julio” y una Unidad de Reacción Rápida (URR) de la Estación de Guardacostas de San Andrés para garantizar un rescate exitoso.
Supervivencia en el mar
Los sobrevivientes, identificados como Sophia y Anthony, relataron cómo lograron mantenerse con vida durante esta odisea en el mar gracias a los víveres que habían guardado para las festividades de fin de año. A pesar de enfrentar las inclemencias del clima y la incertidumbre, nunca perdieron la fe en ser rescatados. Le puede interesar: Misterio y dolor en el mar: 7 historias de desaparecidos en Cartagena

“Nunca perdimos la esperanza. El día de Navidad, un crucero pasó cerca de nosotros y pude sentir el olor de la cena. Gracias a la Armada por ponernos a salvo, y a los tripulantes del buque pesquero por permitirnos regresar a casa”, señalaron los rescatados con visible emoción.
Compromiso de la Armada de Colombia con la seguridad marítima
La Armada de Colombia, a través de la Fuerza Naval del Caribe, el Comando Específico de San Andrés y Providencia, y la Dirección General Marítima, reiteró su compromiso con la protección de la vida humana en el mar. Además, hizo un llamado a la comunidad marítima y costera para que informe oportunamente cualquier situación de emergencia, colaborando con las autoridades para evitar tragedias.
Este rescate pone de manifiesto la importancia de la cooperación internacional y la rápida actuación de las autoridades marítimas para proteger a quienes enfrentan riesgos en aguas abiertas. Sophia y Anthony, tras su largo calvario, regresan a casa como un ejemplo de perseverancia y confianza en la solidaridad de las instituciones y comunidades del Caribe.