En la noche del lunes 6 de enero, seis personas, entre ellas Ricardo Ramos, firmante del Acuerdo de Paz, fueron secuestradas en la vereda Caño Tigre, en el municipio de Arauquita, Arauca. Se trataría, según las primeras investigaciones, de miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), responsables de este acto de violencia.
El secuestro fue denunciado por la comunidad de Arauquita, lo que permitió que la Octava División del Ejército y el Gaula Militar de Arauca, en coordinación con el Gaula de la Policía Nacional, activaran un operativo de búsqueda en la zona. Las autoridades se encuentran recolectando información con el objetivo de localizar a los secuestrados y asegurar su pronta liberación. Entérate: Gustavo Petro señala a la extrema derecha de promover el paro camionero
El Ejército rechazó enfáticamente este tipo de acciones, calificándolas como una grave violación de los derechos fundamentales, como el derecho a la vida y la libertad. A través de un comunicado, expresaron su solidaridad con las familias afectadas y reafirmaron su compromiso con la seguridad de la región.
Este incidente resalta la crítica situación de seguridad que atraviesa el departamento de Arauca, una zona históricamente afectada por la violencia. Según un informe de la Defensoría del Pueblo, durante el año 2024, hasta octubre, más de cien personas fueron asesinadas en la región como resultado del conflicto armado.
La defensora del Pueblo, Iris Martínez, hizo un llamado a la sociedad para no aceptar esta violencia como parte de la cotidianidad: “La situación en Arauca es de extrema gravedad y no debemos acostumbrarnos a ella”, afirmó. Te puede interesar: Expresidente Andrés Pastrana critica presunto respaldo de Petro a Maduro
Las autoridades continúan trabajando en la recuperación de los secuestrados, mientras la comunidad y organismos de derechos humanos piden una solución urgente a la creciente violencia en la región.