Según información de El Colombiano, la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia tiene previsto acusar al exembajador de Colombia ante la FAO, Armando Benedetti, por tráfico de influencias en el marco de las investigaciones relacionadas con el caso Fonade. Esta nueva acusación, que podría tener serias implicaciones judiciales para el actual asesor presidencial, es solo una de las varias que Benedetti enfrenta ante el alto tribunal.
El caso Fonade, relacionado con la solicitud de cupos indicativos para la asignación de recursos del Fondo Nacional de Desarrollo, ha sido una de las siete investigaciones que aún están abiertas contra Benedetti.
Durante los últimos meses, la Corte ha venido analizando los elementos del caso y, en octubre, presentó una ponencia en la que la mayoría de los magistrados votaron a favor de la acusación por tráfico de influencias. Sin embargo, la ponencia también incluía la acusación por un segundo delito, el de interés indebido en la celebración de contratos, pero no obtuvo consenso entre los magistrados, lo que provocó que esta parte se cayera, mencionó El Colombiano.
La próxima etapa en el proceso será una nueva deliberación sobre el caso, donde se presentará un resumen de los votos mayoritarios. Una vez que se realice esta nueva discusión, se determinará la acusación formal y se resolverá la situación jurídica de Benedetti, quien se encuentra bajo el escrutinio de la Corte. Lea: Laura Sarabia rompió el silencio sobre la vuelta de Benedetti
El exembajador ha sido mencionado en diversas ocasiones por testigos en relación con la asignación de recursos para proyectos a través de cupos indicativos. Estos proyectos eran gestionados por el Fonade, y varios políticos implicados en escándalos de corrupción, como el Ñoño Elías y Musa Besaile, ya han sido condenados por hechos similares.

El caso Fonade, que involucra la asignación de recursos para proyectos de infraestructura en distintas regiones, tiene paralelismos con otras investigaciones como el escándalo de la UNGRD, aunque con diferencias en las prácticas.
A pesar de las investigaciones en su contra, Benedetti ha logrado evadir acusaciones previas. Un caso destacado fue cuando su expediente fue enviado a la Fiscalía tras su paso del Senado a la embajada en Venezuela, pero no se avanzó en su contra. La Fiscalía, bajo la dirección de Luz Adriana Camargo, planteó un conflicto de competencias que hizo que la Corte asumiera la investigación, ya que las acciones de Benedetti ocurrieron mientras gozaba de fuero como senador.
No obstante, en la Corte Suprema las demoras en la resolución de las recusaciones y en la presentación de las contra ponencias han generado controversia. Fuentes cercanas al proceso han señalado que estas demoras se deben a la disputa pública entre los magistrados César Reyes y Cristina Lombana, quienes han tenido a su cargo la mayoría de los casos de Benedetti. Aunque han sido citados alrededor de 500 testigos, aún no se ha logrado un avance significativo en las investigaciones.
Benedetti, por su parte, sigue sosteniendo su inocencia y ha recusado a la magistrada Lombana, alegando que existe un sesgo en su contra. Mientras tanto, su rol como asesor presidencial sigue siendo motivo de discusión. Le puede interesar: La millonada que recibirá Armando Benedetti como asesor del Gobierno Petro
La oficina de Armando Benedetti, ubicada en el tercer piso de la Casa de Nariño junto a las de Laura Sarabia y el presidente, ha sido escenario de diversas críticas por su cercanía al poder político del país, a pesar de que éste ha dejado claro que su trabajo se centrará en la gestión política del Congreso. Sin embargo, existen rumores que sugieren que su verdadero papel sería el de asesorar en la campaña presidencial de 2026, un área en la que Benedetti tiene amplia experiencia.
En las próximas semanas, se espera que la Sala de Instrucción de la Corte Suprema lleve a cabo nuevos debates sobre este caso, lo que podría definir el futuro judicial del actual asesor presidencial, quien continúa siendo una figura polémica en la política colombiana.