La discusión sobre la reforma política que el Gobierno Nacional esperaba aprobar esta semana sufrió un freno inesperado, lo que pone en riesgo su avance antes del 16 de diciembre, fecha límite para cumplir los primeros cuatro debates establecidos por la Constitución.
Según información de Colprensa, la Comisión Primera del Senado, encargada de debatir el proyecto, suspendió su sesión el miércoles tras una inesperada salida de los partidos Conservador y Centro Democrático, que no respaldan la iniciativa.
El proyecto había alcanzado un avance importante el martes, cuando se aprobó el informe de la ponencia, considerado como un paso importante en su tramitación. Sin embargo, en el tercer debate del miércoles, varios obstáculos surgieron que provocaron la interrupción de la sesión. Lea: Juan Fernando Cristo aclara: la constituyente no está en los planes
La salida de los senadores del Partido Conservador, que mantiene su independencia pero no apoya la reforma, y el Centro Democrático, que se encuentra en la oposición, rompió el quórum necesario para seguir con la discusión, lo que llevó a levantar la sesión, mencionó Colprensa.
El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, se mostró optimista a pesar de los contratiempos y aseguró que la reforma podrá avanzar en su tercer debate el lunes próximo. Cristo insistió en la importancia de la reforma para el país, a pesar de las diferencias políticas que ha generado. “Este es un proyecto necesario para el futuro de la democracia en Colombia, y debemos seguir insistiendo en su discusión”, afirmó.

Sin embargo, la propuesta no ha estado exenta de críticas. Uno de los opositores más vocales fue el senador Humberto de la Calle, quien cuestionó la forma en que se está manejando el proceso. Según De la Calle, a las 10:30 de la mañana del miércoles recibió un nuevo documento de ponencia, que él considera una “nueva ponencia” y no una simple “enmienda”, lo que, en su opinión, constituye una “irresponsabilidad”.
“Esto debió haber empezado antes, buscando consenso. Yo le reconozco al ministro Cristo que sacó del tarro de basura la idea de la reforma política, que hay que hacerla, pero no para discutirla en sesiones navideñas y a la carrera. Insisto, yo no vine a tragar entero”, expresó el senador.
De la Calle, quien se ha mostrado en favor de la reforma en general, también cuestionó varios aspectos de la misma. “La reforma tiene cosas buenas, regulares, malas y pésimas”, destacó, y señaló particularmente uno de los puntos que más controversia ha generado: la intención de convertir a los partidos políticos colombianos en entidades de afiliados, al estilo de los partidos europeos.
“Aquí en nuestra democracia, durante más de 200 años ha funcionado con partidos donde la gente aparece a las elecciones y después no quiere afiliarse a un partido, eso me parece un error. La naturaleza de la democracia en Colombia es distinta y tratar de forzar eso lo que no va a llevar es a una peor partidocracia”, argumentó De la Calle.
El senador también advirtió sobre el peligro de que este cambio de naturaleza en los partidos colombianos pueda dar lugar a un manejo oligárquico de las colectividades, dominado por unas pocas manos a través de decisiones tomadas por un número reducido de afiliados. “Lo que no queremos es que las decisiones se tomen a través del bolígrafo, desde muy pocos afiliados”, concluyó.
El futuro de la reforma política sigue siendo incierto. Mientras algunos congresistas, como el ministro Cristo, insisten en su necesidad, otros critican su manejo y contenido. Con el cierre de sesiones a la vuelta de la esquina, el Gobierno deberá navegar por aguas turbulentas para lograr la aprobación de una reforma que, de ser exitosa, podría transformar el sistema político del país.