La reciente elección de Miguel Efraín Polo como magistrado de la Corte Constitucional ha generado un importante efecto en la dinámica política del Congreso de la República, lo que representa un triunfo estratégico para el gobierno de Gustavo Petro en su intento de consolidar mayorías legislativas, según información de Colprensa.
La votación, que inicialmente estuvo marcada por controversias y acusaciones de posible fraude, finalmente otorgó a Polo 57 votos frente a los 47 obtenidos por Claudia Dangond. Este resultado no solo aseguró el nombramiento del nuevo magistrado, sino que también evidenció un reacomodo en las alianzas políticas del Senado. Lea: Miguel Polo Rosero reemplaza a Lizarazo en la Corte Constitucional

La elección del magistrado Polo estuvo rodeada de tensión desde el inicio. En la primera votación, ambos candidatos recibieron 50 votos, mientras que dos papeletas en blanco sembraron dudas sobre la transparencia del proceso. Sin embargo, un día después, el panorama cambió gracias a que los partidos aliados al gobierno, como el Partido Liberal y La U, que consolidaron su respaldo. Este cambio de votos fue crucial para asegurar el nombramiento de Polo, quien reemplazará a Antonio José Lizarazo a partir de febrero próximo.
La victoria fue interpretada como una maniobra política bien ejecutada por parte del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, quien ha liderado los esfuerzos para recomponer las mayorías en el Congreso. “Por ahora se puede decir que al ministro Juan Fernando Cristo le ha funcionado su estrategia de que todos los proyectos deben ser concertados antes de discutirse en el Congreso y que ya en el mismo se debe encontrar la mayoría de acuerdos con los partidos, incluyendo los de oposición”, afirmó el analista Fernando Sanín.

Implicaciones para los proyectos legislativos
Colprensa mencionó que el resultado de esta votación se ha convertido en un indicador del panorama político que podría beneficiar o dificultar los proyectos del gobierno en el Congreso. Entre las iniciativas que podrían capitalizar las llamadas “mayorías de Polo” está la implementación de la jurisdicción agraria. Este proyecto de ley, que tiene como objetivo reformar principios clave de la legislación agraria, ha logrado un amplio consenso en las bancadas, incluidos sectores de la oposición.
El senador Carlos Fernando Motoa, de Cambio Radical, destacó que se trata de “un gran logro: valoramos el esfuerzo de un diálogo constructivo que tuvo como fin una ponencia conjunta entre partidos de Gobierno y opositores, es un buen mensaje que envía el Congreso”.
Este proyecto de ley, que será debatido en las Comisiones Primeras, excluye temas como los asuntos civiles, comerciales, de familia, minero-energéticos y ambientales. Además, introduce principios como la permanencia agraria y la función social y ecológica de la propiedad. Su avance en el Congreso podría consolidar una victoria significativa para el gobierno en las semanas finales de noviembre.

Sin embargo, no todas las iniciativas del gobierno tendrán el mismo destino. La reforma política, que incluye propuestas como listas cerradas con paridad y financiación estatal de las campañas, enfrenta un camino más incierto. Aunque se espera que supere su tercer debate en la Comisión Primera del Senado, el cuarto debate antes del 16 de diciembre podría representar un reto mayor. “En el Congreso de la República ha hecho carrera un dicho que un acto legislativo no se le niega a nadie en su primera vuelta, cosa distinta es en la segunda que es cuando se han caído la mayoría de las reformas”, recordó Sanín.
Obstáculos para la reforma tributaria y el financiamiento
Otro de los proyectos que podría poner a prueba las mayorías del gobierno es la reforma tributaria o proyecto de financiamiento. Este enfrenta una oposición significativa y podría correr la misma suerte que el presupuesto general de la Nación para 2025, que se hundió por falta de consenso en las comisiones económicas. “Ese proyecto está marcado a que le pase lo mismo del presupuesto general de la Nación para el 2025 que se hundió. No pasaria en su discusión en las comisiones económicas y de lograrlo, en la plenaria del Senado no lo acompañarían”, advirtió el analista Luis Estrada.
En contraste, la reforma laboral, aunque aún está en etapa de redacción de la ponencia, podría tener un mejor recibimiento en el Senado. Los acuerdos logrados en la Cámara, junto con el respaldo de los partidos Liberal y La U, sugieren que la reforma podría avanzar con mayor facilidad en su tercer y cuarto debate, aunque es poco probable que estos se realicen antes del cierre del semestre legislativo.
Por otro lado, el ministro Cristo ha mantenido su confianza en la posibilidad de construir un gran acuerdo nacional para avanzar en las reformas prioritarias del gobierno. Esta semana, tras una reunión con los ponentes de la reforma política, reiteró que “la reforma, desde el Congreso, es la vía para fortalecer nuestra democracia y nuestras instituciones. Pero si no incluye listas cerradas con paridad, financiación estatal de campañas y una autoridad electoral independiente, no será una verdadera reforma”.