Este lunes se dio inicio a la COP16, que tiene sede en Cali, donde líderes locales y mundiales abordarán temas importantes sobre la preservación de la biodiversidad en el mundo.
Dentro de los temas que se han abordado durante la cumbre internacional, se alertó en un informe sobre las más de 500 áreas clave de biodiversidad y 180 millones de hectáreas de bosques que están afectadas la explotación masiva de combustibles fósiles y minería en el Amazonas, el Congo y el sudeste asiático.
De acuerdo con la agencia Efe, estas regiones suman 25,4 millones de hectáreas de áreas protegidas.
El informe de la COP16, ‘Ventana de oportunidad que se cierra: Mapeo de amenazas del petróleo’, fue presentado por Earth Insight y otras organizaciones ambientales y se denunció que estas zonas están superpuestas por bloques de petróleo y gas. Lea aquí: Impacto de la crisis climática y el tráfico ilegal en la fauna silvestre: amenazas y soluciones

“Lo mínimo, lo básico, es asegurar que áreas clave de biodiversidad, en territorios indígenas y otras áreas importantes para la conservación no sean fracturadas por las industrias extractivistas”, señaló Juan Pablo Osornio, director de Compromiso de Earth Insight, durante una rueda de prensa.
Además, Osornio resaltó su preocupación, debido a que “en la cuenca de la Amazonía estamos viendo de manera aguda las consecuencias de llegar al punto de quiebre”.
Según Efe, el vicepresidente de Ciencia y Biodiversidad de la Comisión Mundial de Áreas Protegidas (CMAP) de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), Stephen Woodley, también señaló que “la principal causa de pérdida de biodiversidad es la fractura de las tierras” e hizo un llamado con el objetivo de frenar la pérdida de recursos naturales. Lea también: Importancia de los manglares: claves para la conservación y protección del medioambiente

Durante la presentación del informe también se expuso la amenaza latente de la expansión extractiva para los medios de vida de los pueblos indígenas: “Más de 30 millones de hectáreas de territorios indígenas en el Amazonas se superponen con concesiones de petróleo y gas, y nueve millones de hectáreas con concesiones mineras”.
Esta situación supone un riesgo para los pueblos indígenas que viven en aislamiento voluntario.
Las organizaciones ambientales que se presentaron durante el primer día de la COP16, también expresaron que se necesita “una acción global urgente y coordinada para cerrar la brecha entre los compromisos de conservación y la realidad de la explotación industrial de los recursos naturales”.
Alice Jaym de Campaingn for Nature también señaló que “este informe es una bandera roja para todos los estados”.
Por último, Osornio expuso que hay: “Una ventana de oportunidad que se está cerrando para proteger estas áreas mientras las industrias extractivistas se van expandiendo”.