La excongresista Aida Merlano Rebolledo, recordada por su mediática fuga durante una cita odontológica en Bogotá el 1 de octubre de 2019, ha firmado un preacuerdo con la Fiscalía General de la Nación en el que reconoce su responsabilidad por el delito de fuga de presos.
Como parte de este acuerdo, Merlano podría enfrentar una pena reducida de 32 meses de prisión, es decir, dos años y seis meses. Lea más sobre Colombia aquí: Movilización a favor de Petro: pensionados apoyaron reforma del Gobierno
Durante una audiencia celebrada este jueves, Merlano, quien ya cumplía condena por corrupción electoral, admitió su culpabilidad en el plan que la llevó a evadir a las autoridades. La Fiscalía explicó que la condena original por el delito de fuga era de 48 meses, pero debido a su colaboración con la justicia y el reconocimiento de los hechos, la pena fue rebajada en una tercera parte, quedando en 32 meses.
“Este beneficio se otorga por su colaboración y el reconocimiento del delito”, señaló la delegada de la Fiscalía en la audiencia.
La excongresista, miembro del Partido Conservador, también se pronunció durante la sesión, afirmando: “Nunca he pretendido no responder por mis delitos”, en referencia a la fuga que acaparó la atención de los medios en 2019. Aida Merlano continúa cumpliendo su condena por corrupción electoral mientras espera la audiencia final, programada para el 10 de octubre, en la que se decidirá si el preacuerdo es aceptado por el juez.

La fuga
Los hechos ocurrieron el 1 de octubre de 2019, en un consultorio odontológico que queda en el norte del Bogotá, al cual la excongresista había asistido aquel día para una revisión odontológica de rutina. Le puede interesar: Comandante del ELN responde tras suspensión de acuerdos de paz
La política barranquillera había estado retenida en la Cárcel El Buen Pastor, también en Bogotá, procesada por delitos electorales y aprovechó su salida a la cita odontológica para fugarse de manera “cinematográfica” para algunos: en medio de la cita, el odontólogo salió de la sala y Merlano aprovechó para saltar por una ventana, lo hizo con la ayuda de una cuerda y apenas cayó al andén, se levantó y subió a una moto que la estaba esperando y la llevó con rumbo desconocido.