El presidente de Colombia, Gustavo Petro, se pronunció este martes sobre el reciente ataque perpetrado por la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el municipio de Puerto Jordán, ubicado en el departamento de Arauca. el cual cobró la vida de dos soldados y dejó a 27 más heridos, lo que ha provocado la indignación del mandatario.
El incidente tuvo lugar en una base militar en la región de Arauca, donde un vehículo cargado con explosivos fue detonado, causando devastadores estragos en el lugar. Petro, durante la ceremonia de posesión de Claudia Regina Expósito como magistrada del Consejo Superior de la Judicatura, expresó su pesar por lo ocurrido.
“Una volqueta cargada de explosivos hiere a 27 jóvenes y mata a dos, dentro de los datos que tengo, puesta por el ELN con quien estábamos conversando de paz”, dijo el presidente. Lea: Fallecieron dos soldados tras ataque con explosivos del ELN a batallón en Arauca
“Es prácticamente una acción que cierra un proceso de paz con sangre”, añadió el mandatario, destacando el dolor que este tipo de acciones han causado en Colombia en los últimos años.
Petro comparó el ataque con el trágico atentado que tuvo lugar en la Escuela de Cadetes General Santander en Bogotá en 2019, donde un coche bomba detonó, provocando la muerte de 20 jóvenes cadetes y más de 60 heridos, en su mayoría futuros oficiales de la policía.
El Gobierno de Petro había iniciado un nuevo ciclo de negociaciones de paz con el ELN en noviembre de 2022, con el objetivo de lograr una salida negociada al conflicto armado. Sin embargo, el proceso ha estado plagado de obstáculos y tensiones. A pesar de que se logró un cese al fuego bilateral de un año, el más extenso hasta la fecha con este grupo guerrillero, dicho acuerdo finalizó el pasado 3 de agosto, lo que permitió al ELN retomar sus acciones armadas en diferentes regiones del país, siendo Arauca una de las más afectadas por su presencia.

El presidente lamentó que este tipo de eventos violentos se repitan una y otra vez en la historia del país, señalando que “es como un eterno devenir, silenciar una parte del pueblo y seguir en guerras, matándonos entre nosotros una y otra vez como si esa fuera nuestra historia”. Las palabras del mandatario reflejan la frustración del Gobierno ante la falta de avances en el proceso de paz y el aumento de la violencia por parte del ELN. Lea también: La respuesta del EMC sobre denuncia de Petro por supuesto plan para asesinarlo
Juan Fernando Cristo, ministro del Interior, también se refirió al atentado y apoyó la decisión de Petro de dar por finalizado el proceso de paz con la guerrilla. “No puede seguir una mesa de negociaciones en medio de la sangre de nuestros soldados heridos, de la población civil”, expresó el ministro, subrayando que el ELN no ha demostrado una verdadera voluntad de paz. “Ha perdido una oportunidad histórica para negociar la paz”, añadió Cristo, criticando que la guerrilla insista en mantener su estrategia violenta.
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, respaldó la postura del Gobierno Nacional, considerando que la decisión de Petro es acertada. “Colombia no puede negociar con quienes no han dado ninguna demostración de tener voluntad de paz”, escribió Galán en su cuenta de X (anteriormente conocida como Twitter). Además, lamentó el atentado en Arauca y expresó su solidaridad con las familias de las víctimas.
El atentado dejó un saldo trágico: dos militares perdieron la vida y 27 resultaron heridos, 18 de los cuales fueron trasladados a Bogotá para recibir tratamiento médico especializado. Los soldados fallecidos fueron identificados como Bayron Correa Vargas y Julián Patiño Arango, cuyas muertes han generado una profunda tristeza en las filas del Ejército Nacional y en la comunidad en general.
Otty Patiño, consejero comisionado para la Paz, había advertido en días recientes sobre la frágil situación del proceso de paz con el ELN, señalando que el mismo estaba “agonizando”. En declaraciones públicas, Patiño sostuvo que “ellos (el ELN) son los únicos que pueden ponerle oxígeno, pero no se lo van a meter poniendo bombas en los oleoductos, no se lo pueden poner matando gente”. Estas palabras ahora parecen proféticas, considerando el fatal desenlace de los últimos acontecimientos.