Colombia enfrenta una crisis sin precedentes en su sistema de salud. Las intervenciones del Gobierno a las EPS han demostrado ser ineficaces, exacerbando los problemas en lugar de solucionarlos. La situación se ha agravado con un aumento significativo en las quejas de usuarios y un creciente déficit financiero en las entidades de salud.
Desde que el Gobierno de Gustavo Petro comenzó a intervenir las principales EPS del país, la situación de la salud ha empeorado. Según el último informe de la Superintendencia Nacional de Salud, publicado en septiembre y con datos hasta julio, el número de quejas presentadas por los usuarios ha aumentado en un 12% en comparación con el mismo periodo del año anterior. En total, se han registrado 928.268 quejas, de las cuales 463.279 corresponden a las siete EPS que han sido objeto de intervención gubernamental. Lee aquí: Petro se retracta sobre acusaciones contra Enrique Vargas Lleras

Menciona SEMANA que la Nueva EPS, es la que tiene mayor cantidad de pacientes a su cargo, es decir, es la mayor del país con 11,2 millones de afiliados, es particularmente preocupante. La intervención directa del Estado, que incluyó el nombramiento de Aldo Cadena, un aliado político del presidente Petro, no ha impedido un notable incremento en las quejas. En enero, la EPS recibió 21.474 quejas, cifra que se disparó a 28.725 en julio.
Sanitas también presenta un panorama alarmante. Aunque la EPS era privada en enero, cuando reportó 15.070 quejas, el número se elevó a 19.288 en julio. En el Servicio Occidental de Salud, otra entidad intervenida, el promedio de quejas ha aumentado de 25 a 32 por cada 10.000 usuarios desde el inicio del año.
La situación se presenta también en otras EPS, dentro de ellas está Famisanar, Asmet Salud, Emssanar, y Savita Salud. Estas entidades, que ya habían sido intervenidas anteriormente, han visto un aumento en las quejas a pesar de los esfuerzos gubernamentales para mejorar su funcionamiento.
Crisis Financiera y Deudas Aumentan
El deterioro del sistema no se limita a la calidad del servicio. Las EPS intervenidas enfrentan graves problemas financieros. Según cifras presentadas por SEMANA Sanitas, por su parte, reporta pérdidas de 200.000 millones de pesos hasta junio, con una deuda de 35.511 millones con la red hospitalaria. Savia Salud y la Nueva EPS también enfrentan deudas significativas, lo que agrava aún más la crisis del sistema.
El Ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, ha señalado que la falta de recursos no es el problema principal, sino el mal manejo de los fondos por parte de las EPS. “Uno quisiera montar una EPS para poder tener en los bolsillos tanta plata”, mencionó para SEMANA.

Jaramillo ha propuesto una reforma que transformaría a las EPS en gestoras de servicios de salud, en lugar de aseguradoras, y ha criticado la falta de transparencia en la divulgación de las finanzas. Le podría interesar: Presupuesto 2025 se podría aprobar mediante decreto: Minhacienda
Sin embargo, la falta de claridad en la situación financiera de las EPS ha sido un problema constante. La Superintendencia Nacional de Salud dejó de publicar datos detallados sobre las finanzas de las EPS desde el inicio de las intervenciones, lo que ha generado preocupación sobre la verdadera magnitud de la crisis.
Impacto en los Pacientes y la Atención
La crisis no solo afecta a las EPS y sus finanzas, sino también a los pacientes. Las demoras en la atención y la falta de medicamentos esenciales se han convertido en una realidad cotidiana para muchos colombianos. Pacientes con enfermedades raras, VIH y cáncer enfrentan dificultades para acceder a tratamientos y medicamentos vitales.
Los pacientes han presentado infinidades de quejas de acuerdo a la situación que se está presentando con el sistema de salud en Colombia, no se les está garantizando su bienestar, más bien, los están afectando, así lo dejo saber Denis Silva, vocero de pacientes Colombia: “Nos están condenando a muerte”, mencionó para SEMANA.
En el caso de los maestros, el Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio, que se convirtió en un modelo piloto para la reforma de salud del Gobierno, ha visto un incremento en las quejas. Desde la implementación del nuevo modelo en abril, se han registrado 14.500 quejas, lo que refleja la dificultad de los maestros y sus familias para acceder a los servicios de salud necesarios.
Problemas de Contratación y Gestión
La crisis también se ve reflejada en los problemas de contratación y gestión. En EPS como Emssanar y Asmet Salud, los cambios frecuentes de interventores y la falta de pago a proveedores han llevado al cierre de centros asistenciales y al despido de personal. La situación se agrava con contratos cuestionados y acusaciones de corrupción, como lo denuncia Óscar Acosta de la veeduría ciudadana Mi Comuna.
En Bogotá, Capital Salud enfrenta un escándalo relacionado con la creación de nuevos cargos de alto salario que no existían previamente. La falta de transparencia en estos procesos ha llevado a una mayor preocupación por el manejo de los recursos destinados a la salud.
Perspectivas Futuras y Recomendaciones
La crisis del sistema de salud colombiano plantea serios desafíos para el Gobierno y las autoridades de salud, menciona SEMANA. La intervención de las EPS, lejos de mejorar la situación, ha exacerbado los problemas existentes y ha generado un clima de desconfianza entre los usuarios y los proveedores de salud.
Expertos y organizaciones de la sociedad civil advierten que, para resolver la crisis, es necesario implementar medidas efectivas que aborden tanto los problemas financieros como los de calidad en el servicio. Además, se requiere una mayor transparencia en la gestión de los recursos y un compromiso real para garantizar la atención adecuada a todos los pacientes. Lea también: Petro habló otra vez de un golpe de estado en su contra y un plan para asesinarlo
La reforma propuesta por el Gobierno, que pretende transformar a las EPS en gestoras de servicios, podría ser un paso en la dirección correcta, pero su éxito dependerá de la implementación efectiva y de la capacidad para superar los problemas actuales.
La situación actual no solo pone en riesgo la salud de millones de colombianos, sino que también cuestiona la capacidad del Gobierno para manejar una de las áreas más críticas del bienestar social.