El conflicto armado, sigue afectando varias regiones del país y representa un riesgo para miles de colombianos, a pesar de los esfuerzos que se han hecho por la reconciliación y los acuerdos de paz firmados con las FARC.
Zonas rurales, como Nariño, aún se enfrentan a este conflicto, pues grupos armados ilegales continúan ejerciendo control sobre ellas y la presencia de estos involucran actos que ponen en riesgo sus comunidades. La presencia de minas antipersonales, el reclutamiento forzado y los ataques a la infraestructura civil son algunos de los problemas que persisten y que representan una constante amenaza de la violencia, afectando principalmente a niños y adolescentes de estos sectores. Lea aquí: Bienes de extraditados repararían a víctimas del conflicto armado en Colombia
El Consejo Noruego de Refugiados (NRC) comprueba lo anterior y alertó esta misma semana que “más de 7.237 estudiantes colombianos fueron afectados por el conflicto en Colombia en el primer semestre de este año, además de 403 docentes y otras 83 personas que trabajan en la escuela”.

3 minas antipersonales fueron abandonas en una escuela de Nariño
Este sábado 7 de septiembre, el Ejército Nacional dio a conocer que destruyó tres minas antipersonales ubicadas en un chaleco que abandonaron cerca de una institución educativa en una zona rural del departamento de Nariño, en la frontera con Ecuador.
La tropa del Ejército fue alertada por la misma comunidad, tras darse cuenta que los tres artefactos explosivos fueran abandonados en el chaleco a pocos metros de la Institución Educativa Agropecuaria El Ejido, en el municipio de Policarpa. Lea también: Conflicto armado: en Colombia hay un desaparecido cada 36 horas
Estos artefactos “ponían en peligro a más de 200 estudiantes, docentes y habitantes del corregimiento”, dijo el Ejército en un comunicado, donde además expresaron que “el chaleco habría sido abandonado por integrantes del Frente Franco Benavides del Estado Mayor Central (EMC), la principal disidencia de las FARC”, que es grupo que actúa en esa área.
Además, esta misma institución recordó que el uso de minas antipersonal está catalogado como delito de lesa humanidad, de acuerdo con la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y son “una violación flagrante a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario”.