No cesan los ataques al oleoducto Caño Limón - Coveñas, que sufrió el sexto ataque en menos de dos semanas. Esta vez, el atentado se registró en la frontera entre Cesar y Norte de Santander. La situación ha generado una fuerte respuesta por parte de las autoridades, quienes desplegaron tropas para asegurar el área y evaluar los daños ocasionados.
Lo que se ha conocido hasta el momento, es que este nuevo ataque terrorista es atribuido al Ejército de Liberación Nacional (ELN). Lea: Ecopetrol: renuncian dos miembros de la Junta Directiva, ¿por qué?
El atentado ha causado preocupación en medio de los diálogos de paz que el grupo armado mantiene con el Gobierno de Gustavo Petro. En redes sociales, videos han captado la magnitud de la explosión, evidenciando el impacto de este nuevo acto de violencia en una región que ya ha sufrido considerablemente por el conflicto armado.
Las Fuerzas Militares fueron alertadas inmediatamente tras la detonación y se movilizaron para realizar un barrido en la zona afectada, con el fin de asegurar que no existan más artefactos explosivos. Según fuentes oficiales, este atentado es el segundo en menos de 24 horas contra la infraestructura petrolera en la región. Lea también: Servicio militar obligatorio: ¿hay nueva opción para reemplazarlo?
El penúltimo ataque ocurrió el pasado lunes 26 de agosto, también afectó el oleoducto Caño Limón-Coveñas, en el corregimiento de La Pava, Saravena, en el departamento de Arauca. En esa ocasión, una explosión similar causó daños considerables y provocó una columna de humo visible desde varios kilómetros de distancia, lo que generó alarma entre los habitantes locales.
Los recientes ataques han generado una ola de reacciones en la opinión pública, que cuestiona el compromiso del ELN con el proceso de paz. Este nuevo episodio de violencia, en particular, ha reavivado los temores sobre la seguridad en las zonas rurales donde se encuentran las principales infraestructuras energéticas del país. Le puede interesar: Responsables de falsos positivos en el Caribe recibirán sanciones
Las comunidades afectadas por los ataques continúan viviendo en un estado de incertidumbre, esperando que se tomen medidas efectivas para garantizar su seguridad.