La relación entre el presidente colombiano, Gustavo Petro, y la prensa ha sido “tumultuosa” durante los dos primeros años de su gobierno, caracterizada por su preferencia por “la descalificación y la desconfianza hacia los medios de comunicación y los periodistas que considera incómodos”.
César Paredes, subdirector programático de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), expresó esta situación, destacando que Petro, quien cumple la mitad de su mandato este miércoles, ha decidido establecer nuevos canales de comunicación oficial y aumentar el presupuesto para el sistema de medios públicos. Lea aquí: Iván Duque exige la captura y judicialización de Nicolás Maduro
“De manera intermitente ha enviado señales -que no terminan de concretarse- de querer fortalecer a los medios alternativos y comunitarios, y ha incluido a influencers en su estrategia de comunicación”, añadió Paredes en un artículo publicado este miércoles en la revista Páginas para la libertad de expresión de la FLIP.

Además, Paredes señaló que el predecesor de Petro, Iván Duque (2018-2022), dividió el panorama mediático entre “amigos” y “enemigos”, mientras que el actual mandatario percibe a “los medios de mayor influencia como adversarios políticos y prefiere comunicarse por X”.
El subdirector programático de la FLIP analizó el uso de la red social X por parte del presidente, quien tiene más de siete millones y medio de seguidores a los que les llegan diariamente decenas de mensajes del mandatario sobre diversos temas. Lea aquí: Fiscalía pedirá cárcel para López, Pinilla y ‘el Pastuso’ por caso Ungrd
“En su cuenta se pueden encontrar desde anuncios oficiales, opiniones sobre los ataques a los palestinos en Gaza, reposts de otras cuentas y confrontaciones abiertas con sus críticos, incluyendo periodistas y medios de comunicación”, comentó Paredes.
En este contexto, Paredes recordó que Petro ha publicado videos en los que afirma: “Medios de comunicación tradicionales. Manipulación y juventudes” o “para las y los estudiantes de comunicación social. Así el poder mediático manipula la verdad, así la democracia debe avanzar”, entre otros.
El experto considera que estos son ejemplos de “un ejercicio deliberado de desacreditación del trabajo de periodistas y medios que todos los días cubren la actualidad en el marco de debates de envergadura como la propuesta de una Asamblea Constituyente”.
Esta actitud del presidente ha generado un clima de tensión entre el gobierno y la prensa, reflejando una gestión marcada por la confrontación y la desconfianza hacia los medios de comunicación tradicionales.