Según el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, entre 2016 y 2021, 1 mil 316 personas perdieron la vida en Colombia debido a artículos o instalaciones eléctricas que no cumplen con los requisitos mínimos de seguridad.
En este contexto, la certificación de productos eléctricos y de iluminación conforme a los reglamentos técnicos colombianos RETIE (Reglamento Técnico de Instalaciones Eléctricas) y RETILAP (Reglamento Técnico de Iluminación y Alumbrado Público) adquiere una relevancia crucial. La implementación y cumplimiento de estos reglamentos pueden significar la diferencia entre una instalación segura y un potencial peligro latente.
La electricidad es un componente esencial de nuestras vidas, pero también implica riesgos considerables. Por esto, la seguridad eléctrica debe ser una prioridad en cada hogar y oficina. Invertir en la certificación de productos y mantenimiento preventivo es una forma efectiva de proteger la vida y bienes de los usuarios de los productos que se comercializan en el país”
William Vizcaíno, director de Operaciones de NYCE en Sudamérica.
“En este sentido, hacemos un llamado a todos los ciudadanos y empresas a que se tomen en serio este peligro y adopten las medidas necesarias para prevenir accidentes eléctricos”.
Desde un punto de vista técnico, un cortocircuito ocurre cuando la corriente eléctrica encuentra un camino alternativo más corto que el previsto por el diseño del circuito. Este atajo puede producirse cuando los conductores de distinta fase en corriente alterna o de distinta polaridad en corriente continua entran en contacto directo.
Este contacto reduce la resistencia del circuito a prácticamente cero, lo que provoca una circulación excesiva de electricidad y un aumento significativo de la temperatura, tanto en instalaciones como en productos como en insumos de instalaciones eléctricas que no cumplen con los requisitos mínimos de seguridad exigidos por las autoridades nacionales.
A su vez, este sobrecalentamiento puede derretir la cobertura aislante de los cables y generar una serie de riesgos graves como:
- Pérdida de corriente eléctrica: Los cortocircuitos pueden ocasionar apagones en diferentes circuitos o en toda la instalación eléctrica del hogar u oficina.
- Rotura de dispositivos eléctricos: El exceso de corriente puede quemar cables, componentes y fusibles de los electrodomésticos, dejándolos inutilizables.
- Incendios: El incremento de la temperatura en el circuito puede desencadenar incendios, especialmente en presencia de materiales inflamables.
- Daños personales: Las descargas eléctricas pueden causar graves quemaduras, pérdida de visión y audición, e incluso paros cardiacos.
La prevención es la clave para evitar los peligros asociados con los cortocircuitos, por lo que nos comparte los siguientes consejos prácticos:
- Desconectar los aparatos eléctricos después de su uso, una acción muy sencilla que puede reducir significativamente los riesgos.
- Evitar el contacto de enchufes y cables con agua, ya que la humedad es un gran conductor de electricidad.
- Instalar tomas de corriente lejos de muebles y cortinas, evitando posibles incendios en caso de accidentes.
- Colocar suficientes enchufes para evitar el uso excesivo de regletas o multitomas eléctricas.
- Mantener los cables eléctricos en buen estado, realizando inspecciones regulares, sustituyéndolos en caso de desgaste. (Lea también: Presencia de grupos ilegales podría poner en riesgo caída en deforestación).