El empresario colombiano Alex Saab, quien fue liberado por Estados Unidos en diciembre pasado gracias a un acuerdo bilateral de canje de detenidos, fue declarado inocente en Colombia por el delito de lavado de activos. Era investigado por ejecutar supuestas maniobras financieras ilícitas a través de una empresa fachada, que le permitieron aumentar su capital.
La decisión fue tomada por un juzgado especializado de Barranquilla. El juez desestimó los argumentos y pruebas de la Fiscalía, que decían que Saab como representante legal, miembro de junta directiva y accionista de la empresa Shatex S.A., habría acudido a múltiples maniobras para evadir responsabilidades tributarias y aduaneras, y dar apariencia de legalidad a un esquema irregular de exportaciones e importaciones. Lea: EE. UU. reclasifica la marihuana como sustancia menos peligrosa
En ese contexto, la Fiscalía argumentaba que Shatex S.A, en realidad era una empresa de papel. Porque dejó de existir en 2010. Sin embargo, los años siguientes, supuestamente, hizo exportaciones, y operaciones de venta y compra. “En 2011 canalizo la salida de más de 2 mil millones de pesos al exterior por el sistema cambiario colombiano. Actividades que no fueron declaradas”, explicó en su momento la Fiscalía.
El ente investigador había dicho también que la empresa le mostraba una realidad financiera y operacional a la Dirección Nacional de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), con ingresos menores con el propósito de pagar menos impuestos; mientras que al sector financiero le mostraba cifras superiores para demostrar capacidad económica suficiente. Lea: Video: legisladores de Taiwán se fueron a los golpes en plena sesión del Parlamento
Por último, la Fiscalía había dicho que esa empresa sustentó la salida de más de 25.300 millones de pesos, por medio del mercado cambiario, por concepto de pago de importaciones anticipadas, las cuales nunca ingresaron al país. Es decir, simuló importaciones para legalizar movimientos de dineros hacia el exterior.
Los abogados de Saab argumentaban que la Fiscalía no había presentado en el juicio pruebas de suficiente peso como para encontrar al empresario culpable.