En un movimiento sin precedentes, el presidente Gustavo Petro ha declarado el inicio de la que promete ser la operación anticontrabando más trascendental en la historia del país.
Con un enfoque firme en desmantelar las redes de contrabando que han arraigado profundamente en las entrañas de la nación, Petro anuncia una batalla frontal contra las mafias que han convertido el contrabando en un negocio lucrativo y, según sus palabras, en una amenaza para la economía nacional.
Las revelaciones del presidente han sacudido los cimientos del país al exponer la conexión directa entre las mafias del contrabando y el narcotráfico. Según fuentes gubernamentales, estas organizaciones, poderosas financieramente, han estado operando un flujo constante de centenares de contenedores de mercancía, mayormente procedente de China y Asia Oriental, cada mes. Lea aquí: Rompió el silencio: Petro se refirió a los insultos de Milei en su contra
Esta actividad ilícita no solo ha representado una grave amenaza para la economía legal del país, sino que también ha servido como un mecanismo para el lavado de dinero proveniente del tráfico de cocaína.
Uno de los aspectos más preocupantes revelados por el presidente Petro es la profunda infiltración de estas mafias en diversas esferas del poder nacional. Desde la política hasta los más altos niveles de la policía, pasando por las instituciones de aduana y los puertos del gobierno, el contrabando ha encontrado refugio en las mismas estructuras diseñadas para proteger los intereses del país.
El presidente ha señalado que el modus operandi de estas organizaciones criminales implica el uso de sellos oficiales para introducir la mercancía de contrabando a través de los puertos del país, aprovechándose de las normativas diseñadas para proteger la industria nacional. Este abuso de poder y corrupción ha convertido al contrabando en uno de los mayores antros de corrupción que enfrenta la nación. Lea: “Esto no es con rabietas”: Iván Duque sobre expulsión de diplomáticos argentinos
Con esta operación histórica, el gobierno de Petro busca desmantelar estas redes de contrabando, golpeando directamente a los responsables y poniendo fin a décadas de impunidad y complicidad.
Se espera que esta acción no solo tenga un impacto significativo en la economía y seguridad del país, sino que también envíe un mensaje claro de que el estado de derecho prevalecerá sobre los intereses criminales que han plagado a Colombia.