Una vez más, el departamento del Cauca es escenario de actos violentos.
Este lunes, 12 de febrero, se registraron varios ataques armados en zona rural del municipio de Piamonte, dejando a cuatro personas muertas y dos heridas, entre ellas, una menor de 13 años.
La niña resultó herida después de que el bus escolar en el que viajaba de La Brasilia a la institución educativa de Piamonte fuera alcanzado por los disparos hechos por una estructura del Estado Mayor Central (EMC). Un hombre también resultó impactado por un proyectil. Lea aquí: Disidencias FARC, el grupo armado que más reclutó menores en Colombia en 2023
“El carro venía andando cuando recibió unos impactos de bala”, informó el alcalde de Piamonte, Esneider Artunduaga.
La Defensoría del Pueblo condenó lo ocurrido en vía del municipio de Piamonte y señaló que es una violación a los principios del Derecho Internacional Humanitario.
La ministra de Educación, Aurora Vergara, también rechazó el ataque a la ruta escolar.
El alto comisionado para la paz, Otty Patiño, se sumó a las voces que rechazaron el acto criminal.
“El Estado Mayor Central, EMC, ha venido realizando acciones como la sucedida el día de hoy donde realizó un ataque armado a un vehículo de transporte escolar. Acto que constituye un hecho claramente repudiable que viola los más elementales principios que rigen el derecho internacional humanitario”, aseguró Patiño.
La masacre
Horas después del ataque al bus escolar, en esa misma vereda del Cauca se reportó la masacre de cuatro personas.
Según Indepaz, los hechos se presentaron cuando hombres armados ingresaron a una finca y asesinaron a un campesino y a su hijo, otros dos jóvenes fueron secuestrados y sus cuerpos encontrados con heridas por arma de fuego en cercanías a donde ocurrió el primer hecho.
Esta es la masacre número nueve en lo que va del 2024.
En el Piamonte, una localidad próxima a la frontera con Ecuador, existe desde hace dos años una alerta temprana de la Defensoría del Pueblo que alerta del riesgo para las poblaciones fronterizas por la disputa armada entre los autodenominados Comandos de la Frontera (un grupo formado por combatientes de otros extintos que se dedica al narcotráfico y otras actividades ilegales) y el Frente Carolina Ramírez del Estado Mayor Central, el principal grupo de disidencias de las FARC.