El nuevo decreto expedido por el Gobierno Nacional este 9 de diciembre ha despertado comentarios a favor y en contra y ha reabierto la discusión al rededor del consumo y porte de estupefacientes en el país. A través del Decreto 214 de 2023, se busca evitar la criminalización contra quienes carguen entre sus pertenencias una dosis personal de estas sustancias.
La decisión fue respaldada con la firma del ministro del Interior, Luis Fernando Velasco; el ministro de Justicia, Néstor Osuna, y el ministro de Defensa, Iván Velásquez, y con su aprobación dejaría sin valor al capítulo 9 del título 8 de la parte 2 del libro 2 del Decreto 1070 de 2015, es decir, el Único Reglamento del Sector Administrativo de Defensa, adicionado por el Decreto 1844 de 2028 que estaba vigente.
Así las cosas, y en palabras más sencillas, el Decreto 1844, que en su momento reglamentó parcialmente el Código Nacional de Policía y Convivencia, en lo referente a la prohibición de poseer, tener, entregar, distribuir o comercializar drogas o sustancias prohibidas, dejaría de regir como lo ha hecho hasta el momento. Lea además: Petro tumbó decreto que permitía control y sanciones por microtráfico
Frente a lo que el presidente Gustavo Petro, a través de su cuenta en X, aseguró, solo se estaría buscando la derogación de la multa por el porte de dosis personales, y que “todo lo demás continúa igual. La prohibición de consumo en lugares públicos lo debe establecer cada municipio. También esto es mandato de la Corte Constitucional que acatamos y con la que estamos de acuerdo”, dijo el mandatario.
Sin embargo, hay quienes aún no están del todo de acuerdo, y creen consideran que esta decisión abrirá la puerta a otras problemáticas, como es el caso del expresidente Álvaro Uribe Vélez o Iván Duque.
“Legalizar la droga, y ¿entonces la juventud y la familia y el futuro de la Nación? Colombia no lleva personas a la cárcel por consumir o portar dosis personal de drogas, por eso no están penalizadas. El uso médico, científico, medicinal, está legalizado desde los años 1960. La norma constitucional de 2009 prioriza la prevención y la rehabilitación”, señaló el expresidente Uribe.
Declaraciones frente a las cuales el presidente Petro, respondió: “No veo por qué derogar las multas que puso Duque de manera inconstitucional haga disfuncional la familia. Al contrario, la herida abierta entre la juventud barrial y la policía local se puede cerrar al dejar de ejercer el estado una persecución insensata contra los jóvenes de los que se sospecha son consumidores solo por ser jóvenes; la mayoría no son consumidores”, indicó a través de sus redes sociales.
Además de agregar que “al derogar el decreto las multas, y el raqueteo que conlleva la llevada al CAI y en muchos casos el golpe, la extorsión e incluso el abuso de mujeres cesan. Podemos hablar de paz al barrio. Todas las normas de penalización de la comercialización de drogas y el narcotráfico siguen vigentes. En los gobiernos de Uribe y Duque se construyó como enemigo interno a la juventud barrial, eso llevó al ajusticiamiento de miles de jóvenes y al estallido social respondido por el estado con decenas de muertos y miles de detenidos, todos jóvenes”.
Por lo que considera que con esta nueva medida, la “guerra contra la juventud ha terminado. La Policía debe lograr acabar las desconfianzas barriales con la juventud y centrarse en lo que la ley prohíbe. Capturar al capo, al lavador de dólares y capturar a los delincuentes que azotan a la ciudadanía, La juventud del barrio no es el enemigo, es la nación futura”, dijo.
A lo que finalmente el líder del partido Centro Democrático respondió: “Todo día hay más microtráfico. Los jóvenes necesitan oportunidades de estudio, trabajo, emprendimiento, prevención. El microtráfico requiere además autoridad para frenarlo y que no siga destruyendo a la juventud”.
También sentenció, que “el decreto de decomiso no encarcelaba, cuando el partido lo propuso al Gobierno encontró que era una manera de luchar contra el flagelo sin encarcelar consumidores. Lastimosamente ha tenido poca o mala aplicación. Debería mejorarse, no eliminarse”.
Así como tampoco comprende por qué en Colombia “congresistas insisten en legalizar el consumo recreativo. Que solamente para mayores, dicen, entonces papá y mamá “trabados” y niños y jóvenes respirando el veneno o a la deriva”, mientras “el mundo asiste con angustia al aumento de muertes por drogas”, concluyó.