Los militares colombianos mataron a Yeiler Cubides Zuluaga cuando tenía solo 15 años, en una de las ocho ejecuciones extrajudiciales en los Llanos orientales por las que el Estado pidió perdón público este jueves, por unos actos, conocidos como “falsos positivos”, que nunca debieron suceder.
“Miren este niño. Este niño tenía solo 15 años cuando le quitaron la vida”, dijo María del Carmen Zuluaga, sosteniendo una foto de su hijo, Yeiler Cubides, a quien el Ejército se llevó en 2006 para hacerlo pasar por guerrillero y matarlo para mostrar resultados. Lea aquí: Francia Márquez reclama a Mindefensa por salida de su jefe de seguridad
Yeiler salió un día de casa a buscarse la vida. A su padre lo habían matado cinco meses antes y le decía a María del Carmen: “mamá, soy el hombre de la casa”. “Lo pasaron por guerrillero, lo camuflaron, le pusieron granadas”, explica ahora desgarrada su madre.
Alias ‘El bizco’ lo apodó el Gobierno al presentar esta “baja guerrillera”. “¡Bizco el hombre que lo mató!”, acusó la madre en el acto de perdón público en Villavicencio, capital del Meta, quien hizo una petición: “aquí somos muchas madres, padres, hermanos, hijos, que estamos por este camino pidiendo que por favor no más guerra”.
Un perdón retrasado$>
Al otro lado del escenario estaban el ministro de Defensa, Iván Velásquez, y el jefe de las Fuerzas Militares, el general Helder Fernán Giraldo.
Ante ellos, pasaron las otras siete familias de jóvenes asesinados entre 2003 y 2008 en varios municipios de los Llanos Orientales y que forman parte de las más de 6.402 ejecuciones extrajudiciales de jóvenes inocentes que se cometieron en Colombia, por orden de las fuerzas militares que querían presentar buenos resultados y así obtener beneficios y recompensas a cambio. Lea aquí: Rechazan tutela que pedía tumbar la terna para fiscal con solo mujeres
Con flores amarillas, incluso de espaldas para que no se les viera el rostro, aún temerosas por una extenuante búsqueda de justicia que les ha estigmatizado, han hablado con voz rota las familias de José Antonio Villegas, José Indalecio González, Yeiler Cubides, Ángel Gabriel Virgüez, Aurelio Gallego, Adolfo Cárdenas, Luis Enrique Montero y Luis Efrain Prada.
El ministro de Defensa ha repetido uno a uno esos nombres, contado su historia y diciendo claramente “no era un guerrillero”, pues el Estado colombiano se negó a reconocer que eran jóvenes inocentes a los que disfrazaron con uniformes de las FARC antes o después de pegarles un tiro.