Luego de seis años de juicio, el exagente del DAS Jaime Ernesto Gómez Muñoz, antiguo escolta de Carlos Pizarro Leongómez, fue condenado a veinte años y tres meses de prisión por su participación en los hechos que derivaron en la muerte del excandidato presidencial, que ocurrió el 26 de abril de 1990 en un vuelo de Bogotá a Barranquilla.
Pizarro Leongómez murió apenas semanas después de abandonar las armas, tras un acuerdo de paz con el gobierno de Virgilio Barco y varios años como miembro, y luego como jefe, del grupo guerrillero Movimiento 19 de Abril (M-19).
El Juzgado Décimo del Circuito de Bogotá indicó que la Fiscalía logró demostrar que Jaime Gómez hizo parte de una estructura criminal que se valió de los recursos del DAS, hoy extinto, para vigilar a Carlos Pizarro, matarlo y luego encubrir el homicidio. Lea aquí: Investigan a general del Ejército por presunta corrupción y acoso sexual
La determinación condenatoria dio cuenta de que el exescolta disparó al sicario que mató a Pizarro, acudiendo a un ‘modus operandi’ propio del DAS y las autodefensas (cuyos líderes Carlos y Fidel Castaño también fueron condenados por el crimen) para silenciar a los autores de magnicidios y evitar que contaran su verdad a la justicia.
En el fallo, además de condenar a Gómez, se ordena su captura. Desde julio de este año, el exagente se encuentra libre por orden del mismo despacho que hoy lo condenó, luego de haber pasado por detención preventiva, con la condición de que debía comparecer ante las instancias judiciales y no podía salir del país.
Jaime Gómez hacía parte del esquema de seguridad de Pizarro, que resultó debilitado progresivamente antes del magnicidio y, además, modificado días antes de su ejecución. Por ello, la Fiscalía abrió, a inicio de este mes, una investigación contra el exdirector del DAS, el general retirado Miguel Maza Márquez. Lea también: Denuncian que el Eln interceptó caravana humanitaria y se llevó a los liberados
María José Pizarro, hija del excandidato presidencial, calificó la condena contra Gómez como “una noticia agridulce”. “No vamos a desfallecer hasta esclarecer la verdad y saber quiénes fueron los máximos determinadores de su muerte”, señaló la senadora.