Al menos 12 predios rurales propiedad de los exjefes paramilitares Rodrigo Tovar Pupo “Jorge 40” y Carlos Mario Jiménez “Macaco” fueron incautados por orden de fiscales de la Dirección de Justicia Transicional y ejecutada por la Sala de Control de Garantías de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Barranquilla y de Bogotá.
En el caso de Jiménez se trataría de ocho lotes de 152 hectáreas en manos de terceros, que están ubicados en la vereda Las Cruces de Filandia (Quindío), valuados en unos $12.171 millones y ubicados mediante “labores investigativas de persecución realizadas por el Grupo de Bienes de la Dirección de Justicia Transicional”.
La Fiscalía aseguró que en el caso del antiguo jefe del denominado Bloque Central Bolívar de las AUC hay un “patrón” que se repite que consistiría en el uso de testaferros, constitución de fiducias y transacciones, entre otras, para ocultar propiedades y dinero. Lea aquí: Gobierno y disidencias de las FARC acuerdan instalar una mesa de diálogo
Mientras que en el caso de Tovar Pupo los bienes embargados serían cuatro, entre ellos tres fincas (El Joropo, El Prado y la Pechichona) valoradas en $15.127 millones y ubicadas en los departamentos de Magdalena y Cesar.
Además de una finca bautizada como “Matusalén”, situada en Sabanas de San Ángel (Magdalena), cuyo valor se estima en $10.292 millones y que en su momento se utilizó como “centro de reuniones del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC)”. Lea también: Alerta por confinamiento y desplazamiento en Arauca debido al conflicto armado
Esa propiedad figuraba a nombre de un tercero, mientras que los demás inmuebles estaban bajo el manejo de una empresa y de la esposa de Tovar Pupo.
El total de bienes incautado serán entregados al Fondo para la Reparación a las Víctimas, aseguró la Fiscalía que en los últimos tres años y medio estableció medidas cautelares sobre 1.299 bienes por valor de $1’251.534’845.936, más del 209% de lo ejecutado en administraciones anteriores, afirmó la Fiscalía.