Continúan las investigaciones en la Fiscalía general y la Procuraduría sobre el escándalo de las ‘chuzadas’ ilegales y el polígrafo a las dos extrabajadoras de quien fuera la jefe de gabinete de presidencia de la república, Laura Sarabia.
Tras las citaciones a declarar por parte de la Fiscalía General, se conoció que el abogado Marlon Fernando Díaz Ortega asumió la representación jurídica del coronel Carlos Alberto Feria Buitrago, jefe para la Protección Presidencial y uno de los implicados en el caso. Le puede interesar: “Nunca he recibido esa cantidad de dinero”: Laura Sarabia
El abogado aseguró que el coronel Feria, investigado por los delitos de abuso de autoridad y peculado por uso, está a disposición de la justicia.
“Existe completa disposición del coronel Feria Buitrago de comparecer ante las autoridades judiciales y ante la fiscalía general de la Nación, tal como lo ha venido haciendo hasta el momento, para aclarar cualquier hecho que se considere jurídicamente relevante”, expresó.
Asimismo, el que será el defensor del coronel en uno de los escándalos más grandes del gobierno de Gustavo Petro, aseguró que confía en la administración de la justicia y en su completa imparcialidad para acatar las decisiones.
“En el ejercicio pleno de los derechos y facultades que los Instrumentos Internacionales, la Constitución y la Ley nos otorgan, defenderemos con vehemencia y ahínco su presunción de inocencia, el debido proceso y todas sus garantías fundamentales”, añadió el abogado en el comunicado. Lea también: Nuevo director de la Dijin anuncia polígrafo y auditorias tras ‘chuzadas’
Las próximas semanas es de esperar una larga romería de citados a declarar a la Fiscalía. Entre ellos, Carlos Feria, jefe de la Casa Militar de Palacio, que deberá asistir el 20 y el 21 de junio; Laura Sarabia, que deberá presentarse el 22; su esposo, Andrés Parra, que deberá declarar sobre el uso del polígrafo, y el propio Benedetti, a quien se espera el 23 de junio.
Y esta es solo la primera etapa de las investigaciones judiciales que ya dejaron la destitución de Sarabia y Benedetti de sus altos cargos del gobierno Petro, además de la muerte en extrañas circunstancias del coronel Óscar Dávila, también implicado en el escándalo.