En la mañana del miércoles empezó la evacuación de las comunidades que viven en el corregimiento de Puerto Valdivia, en Antioquia, previa a la entrada en operación comercial de las dos primeras unidades de Hidroituango, que será la mayor central hidroeléctrica de Colombia.
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Se trata de una evacuación preventiva que solicitó la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo (Ungrd), debido a los problemas que ya tuvo en el pasado la hidroeléctrica, cuando en 2018 se derrumbó uno de los túneles y se inundó, temiendo que el muro de contención de la represa colapsase causando un desastre de grandes dimensiones que por suerte no ocurrió.
Sobre las 8.00 hora local (13.00 GMT) empezaron a salir algunos pobladores, especialmente los que habitan en las casas más cercanas al río, pero mucha gente no se quiso subir a los buses que partieron semi vacíos y algunas otras simplemente se marcharon a sus fincas o a pasar el soleado día a un centro recreativo.
En el corregimiento (caserío) de Puerto Valdivia, del municipio de Valdivia, que concentró la mayoría de puntos evacuados, lo primeros en desalojar fueron los residentes de un sectores conocido como La Arrocera y La Iglesia, donde en 2018 una creciente provocó la caída del puente Simón Bolívar y una inundación que afectó a por lo menos 600 personas por el destaponamiento de uno de los túneles de Hidroituango, cuando el proyecto entró en emergencia.
“Es verdad que el nivel del río va a bajar mientras las pruebas”, preguntó José Ruiz desde su motocarro tipo “tuk tuk” y mientras miraba el imponente río Cauca. “Si el agua se viene, eso se lo lleva”, dijo mientras se dirigía hacia La India, un barrio que no fue evacuado.
Aunque la actividad no paró por completo y quedaron abiertos algunos negocios por la vía principal, muy temprano empezaron a concentrarse en el Coliseo Roberto Gallego las comunidades que dejaron por algunas horas sus casas.
Allí, mientras un grupo de mujeres se encargaba de preparar los alimentos, algunos adultos mayores esperaban en sus sillas de ruedas y las mascotas tomaban la siesta, lo niños participan en actividades recreativas y jugaban animados con globos rojos para distraerse en la atípica jornada, que no tuvo un desplazamiento tan masivo en las primeras horas como lo proyectaron las autoridades.
LAS PRUEBAS
Según informó las Empresas Públicas de Medellín (EPM), quienes gestionan el macroproyecto, la primera prueba se realizó a las 9.00 hora local (14.00 GMT) que se desarrolló sin problemas y la segunda se hará sobre las 11.30 (16.30 GMT).
“Ya se hizo la prueba de rechazo y carga a máxima potencia para la unidad número 1, ocurrió a 268 megavatios, a un caudal de 155 metros cúbicos por segundo”, informó el gerente general de EPM, Jorge Andrés Carrillo.
Cuando esté con sus ocho turbinas funcionando, Hidroituango tendrá una capacidad instalada de generación de 2.400 megavatios, equivalente al 17 % de la demanda de energía que tiene el país.
Esta megaobra no ha estado exenta de oposición, pues las comunidades de su alrededor, junto a organizaciones de la sociedad civil, han denunciado que la construcción de Hidroituango ha vulnerado derechos humanos, provocando desplazamientos de campesinos, e impactando la biodiversidad de la zona.