Hace casi un siglo que la estatua ecuestre de Simón Bolívar se halla en el mismo punto, pero hace poco a una de sus patas le salió un agujero de zapato roto, como si Palomo hubiera vuelto a los trotes a los que su dueño lo tenía acostumbrado.
El hueco, que según los vecinos del Parque de Bolívar en Medellín, fue causado por “manos criminales”, se habría vuelto un escondite de sustancias alucinógenas para su venta en pleno parque. La situación con la estatua, a la que hace cinco meses le robaron la espada a plena luz del día, da cuenta de la crisis que atraviesa este espacio, la misma que se extiende a la Catedral Metropolitana y al barrio Villanueva.
“Yo para venir al Parque debo hacer otra ruta, porque si me cruzo desde Caracas (calle 54) me salen unos tipos que me preguntan que para dónde voy, que yo por ahí no puedo pasar”, se quejó una visitante.
“¿Qué si el Parque de Bolívar es inseguro? ¡Niño querido! Este parque hace años dejó de ser atractivo por la inseguridad. El consumo de droga y los atracos son pan de cada día. Pero vea, no solo es acá. En el parque del Periodista, en el de Berrío y en la Plazuela Nutibara la cosa está igual o ni se diga”, agregó don Víctor, otro vecino.

Leonardo Martínez García, párroco de la Catedral, confirmó el nuevo uso de la pata de la estatua, pero también señaló que la práctica sucede en todo el parque en rejas de alcantarillas y raíces de plantas.
“El problema no es dónde guardan la droga. El problema es la realidad que el parque está viviendo, pues es un reflejo de la sociedad del Centro y su alta concentración de expendios, de indigencia y de prostitución. Acá hay una realidad de descomposición social muy evidente”, apuntó.
Pese a las opciones de resocialización que se ofrecen, para el sacerdote el Parque de Bolívar es el epicentro de todos las afugias del Centro por un motivo:
“El habitante de calle se consigue aquí en el día el dinero para comprar sus drogas, además, acá las adquiere para consumirlas. Y en la noche vienen los famosos ‘aguapaneleros’ y otras entidades que les dan la comida. Por eso, ellos están ‘clavados’ aquí”, apuntó el religioso.
Los habitantes del sector señalaron que si bien ha habido intervenciones de la Alcaldía, estas se han limitado a sacar a los habitantes de calle por un día, pero estos retornan a los espacios en poco tiempo.
Por eso solicitan que haya una verdadera intervención social entorno a la catedral, al Parque de Bolívar y al barrio Villanueva, en el que se haga un trabajo serio, responsable y profundo que enfrente todas las realidades que hay en el sector y que no se quede en reuniones con funcionarios.