Cerca de 143 mil personas migrantes, refugiados y colombianos retornados y en alta situación de vulnerabilidad, han recibido transferencias monetarias multipropósito de asistencia humanitaria, del programa ADN Dignidad, en sus dos años de operación.
Con la llegada del Covid-19 el año pasado, ADN Dignidad adaptó y triplicó su cobertura de transferencias multipropósito en los meses de mayo y agosto de 2020.
De esta forma, la distribución de la asistencia pasó de 3.600 personas en promedio mensual, a más de 13.000 participantes al mes. Ante las dificultades de movilidad y la situación social actual que vive el país, el programa se ha adaptado operativamente para dar respuesta a la situación humanitaria.
Valga reseñar que ADN Dignidad es un programa del consorcio Cash for Urban Assistance (CUA), integrado por Acción Contra el Hambre, Consejo Danés para Refugiados (DRC) y el Consejo Noruego para Refugiados (NRC).
Su objetivo en Colombia es brindar asistencia humanitaria a la población vulnerable migrante proveniente de Venezuela, así como a comunidades retornadas colombianas, para que accedan a bienes y servicios que alivien sus necesidades y promuevan su integración en la sociedad.
ADN Dignidad es financiado por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).
DATOS
Según cifras de ADN Dignidad, más de 106.500 participantes en el programa son migrantes de nacionalidad venezolana, cerca de 7.700 son colombianos retornados y más de 29.000 son personas de comunidades de acogida.
El acceso a bienes y servicios básicos como alimentos, vivienda y productos de higiene de estas familias, se vio doblemente vulnerado debido a la crisis exacerbada por la pandemia.
Así, los participantes en el programa reportan que el 55% de la asistencia monetaria ha sido utilizada en alimentación, el 30% en vivienda, el 4% en el pago de servicios públicos y el 11% para otras prioridades básicas.
“Por la pandemia ya no podíamos comer tres veces al día; no desayunábamos para rendir la comida. Cuando recibí la primera ayuda de ADN Dignidad pagué el arriendo, porque era lo que más nos preocupaba. El programa Llegó en ese momento en el que no sabía qué hacer”, relata Maribel, madre venezolana que se desplazó con su familia hacia Santa Marta (Magdalena) y recibió asistencia para evitar su desalojo.
ESTRATEGIA SOCIAL
El director de ADN Dignidad, Carlos Alviar, expresa que este programa es uno de los de mayores transferencias monetarias multipropósito de gran escala en Colombia y la región.
“ADN Dignidad contribuye a promover la integración de las personas más vulnerables; las transferencias monetarias multipropósito permiten que la población pueda vincularse al sistema financiero y, de esta forma, que los recursos de la asistencia circulen y fortalezcan la economía local y la de las comunidades que acogen a las familias beneficiadas por el programa”, explica Alviar.
Añade que además de las transferencias monetarias, esta iniciativa ha implementado estrategias de comunicación con los participantes, como la creación de la landing page www.adndignidad.co, el desarrollo de piezas digitales y un sistema masivo de envío de mensajes de texto (SMS), para brindar información que contribuya a un mejor uso de la asistencia e impactar positivamente en la nutrición, economía familiar, protección y prevención del fraude de los hogares beneficiados, enviando a la fecha más de 2 millones de SMS.
“He aprendido muchas cosas, nos enseñaron sobre nutrición. En verdad yo no sabía cómo alimentar a mis hijos”, dice María Clara, miembro de la comunidad indígena Wayuu, quien ahora vive en La Guajira y ha recibido la asistencia humanitaria.

