El pasado viernes en Barbosa (Antioquia), fue capturado con fines de indagatoria el exjefe financiero de la ‘Casa Castaño’, Jacinto Alberto Soto Toro, alias ‘Lucas’, quien se encontraba en libre desde 1998 bajo extrañas circunstancias.
‘Lucas’, de acuerdo con la Fiscalía General, será escuchado por esta entidad por su presunta participación en los homicidios de tres funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), ocurridos entre 1997 y 1998 en Medellín.
Sin embargo, detrás de estos presuntos homicidios existe una historia que pocas personas conocen, pues este hombre fue capturado en un parqueadero en Medellín en 1998, pero luego y tras múltiples asesinatos contra los funcionarios del CTI que estuvieron tras sus pasos, resultó libre y sin ningún requerimiento judicial en su contra.
¿QUIÉN ES EN REALIDAD?
La historia se remonta, de acuerdo a la escritora María McFarland, en su libro aquí no ha habido muertos, al 30 de abril de 1998, cuando un grupo de investigadores del CTI de la Fiscalía, bajo la coordinación del entonces director de esa dependencia, Gregorio Oviedo, y de Sergio Humberto Parra otro funcionario de la entidad, llegaron al parqueadero Padilla, en inmediaciones del barrio comercial conocido como el ‘El Hueco’, un lugar repleto de negocios que ofrece implementos para el hogar.
La intención era adelantar un allanamiento en sus instalaciones, luego de varios meses de seguimiento, porque creían que allí había un centro de operaciones de las Autodefensas Unidas de Córdoba y Urabá (Accu). Además, porque habían capturado a una de las cabezas de las operaciones paramilitares en Antioquia, un oficial retirado del Ejército y no podían perder más tiempo.
Sin embargo, contrario a lo que esperaban, en una primera pesquisa, no encontraron nada más que un parqueadero lleno de vehículos, lo cual se les hizo extraño, por lo que ordenaron revisar cada lugar de nuevo con suma atención. Y en medio de esta búsqueda sobre el suelo, descubrieron una choza de dos pisos, en la que se encontraba alias ‘Lucas’, con dos mujeres.
Pero esto no fue lo que se les hizo más extraño a los investigadores, porque en su interior encontraron armarios de doble fondo para camuflar documentos, detallados libros de contabilidad, propaganda militar, un mapa de la estructura, archivos de esta organización, computadores y decenas de disquetes, entre los cuales se encontraban algunos que intentaron destruir ‘Lucas’ y sus acompañantes, antes de que las autoridades llegaran.
A Soto Toro le encontraron también una pistola amparada por la Cuarta Brigada, cerca de 13 millones de pesos en efectivo y beepers de comunicación.
Por estos hechos, ‘Lucas’ y las dos mujeres fueron capturados y se inició una investigación sobre todo el material que había sido recolectado. Pero antes de partir del lugar, Parra se le acercó a Oviedo y le dijo: “¿Sabe qué jefe? Con este operativo tuqui tuqui lulú”.
Y tenía razón, porque a partir de ese momento y con la inclusión en la investigación del Director Regional de Fiscalías, Iván Velásquez Gómez, la respuesta de los jefes paramilitares no se hizo esperar.
Respuesta que de acuerdo al portal VerdadAbierta.com se llevó a cabo en primera medida cuando Carlos Castaño envió emisarios para tratar de buscar una salida rápida a la captura de Soto Toro. Uno de ellos fue el delegado del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Sin embargo, ante la negativa de las autoridades, “Castaño tomó entonces dos decisiones: de un lado, ordenar el asesinato de quienes participaron en el allanamiento del Parqueadero Padilla y posterior captura de alias ‘Lucas’, y de otro, sacar a como diera lugar al jefe de finanzas de la cárcel de Bellavista, donde había sido recluido”, añadió el portal.
Estas versión fue confirmada por la escritora en su libro, quien describe a detalle cómo empezaron a ser asesinados en distintas circunstancias los miembros del CTI, entre los que se destacan al mismo Sergio Humberto Parra, a quien le dispararon cuando estaba en su Renault 12, color gris.
Esto produjo, entre otras cosas, que el director de la investigación, Gregorio Oviedo huyera para salvar su vida y tan solo unos meses después que Soto Toro saliera en libertad de la cárcel de Bellavista.
Y que luego de varias artimañas su proceso se terminó el 17 de febrero de 2004, cuando, según Verdadabierta.com, “su abogada le solicitó al Juzgado Cuarto Penal del Circuito Especializado de Medellín la cesación de todo procedimiento en su contra, a lo que la juez aceptó, entre otras razones porque se había desmovilizado en Medellín como integrante del bloque Cacique Nutibara de las AUC el 25 de noviembre de 2003”, añade verdadabierta.com
ALIAS HH REVELÓ MÁS DETALLES
En una audiencia de versión libre desde una cárcel de Estados Unidos, que también reveló este portal de internet, Ever Veloza García, alias ‘HH’, dijo que alias ‘Lucas’ era el encargado de recibir el dinero que le entregaban a las Autodefensas, los empresarios bananeros.
Además, según ‘HH’, manejaba las relaciones en Medellín con Políticos y Militares, y destacó que no entiende cómo siendo uno de los gestores del crecimiento de este grupo, aún esté libre y sin un cargo encima.