La Fiscal Jenni Patricia Fallo, adscrita a la Unidad de Vida de la Fiscalía General de la Nación, asumió la investigación de María Andrea Cabrera, la joven universitaria que falleció en los últimos días por cuenta de una intoxicación producto de la mezcla de éxtasis y licor.
Las diligencias que se adelantan desde este lunes, en el Complejo Judicial de Paloquemao, buscan escuchar los testimonios de tres personas que acompañaban a la hija del general en retiro Fabricio Cabrear horas antes de su muerte.
Las entrevistas, bajo juramento, son llevadas a cabo en el marco de la investigación que adelanta la Fiscalía General de la Nación por la muerte de la joven universitaria, que según Jaime Granados, defensa de la familia Cabrera, está catalogado como un homicidio.
La hipótesis que maneja Granados y el general (r) del Ejército Fabricio Cabrera, padre de la joven, es que a la mujer le suministraron la sustancia alucinógena mientras departía con sus amigas.
La versión de la defensa se basa en los resultados revelados el pasado viernes por el Instituto de Medicina Legal, que aseguran que en el cuerpo de la joven no se halló rastro alguno de sustancias psicoactivas, es decir, que sería la primera vez que consumía la droga que la llevó a la muerte.
La joven universitaria falleció en la madrugada del domingo 4 de febrero mientras era trasladada a la Fundación Santafé, donde llegó sin signos vitales. Las primeras hipótesis revelaron que María Andrea departía en un establecimiento público en la localidad de Chapinero, al norte de la capital del país, y una vez salieron de lugar, junto a su grupo de amigas, se trasladaron a un inmueble en la localidad de Usaquén, a donde llegó en delicado estado de salud.
