Por: Juan Diego Restrepo E.
Resistirse a la violencia es posible y se obtienen enormes beneficios individuales y colectivos. Así lo demostró un grupo de estudiantes de la Maestría en Educación Derechos Humanos de la Universidad Autónoma Latinoamericana de Medellín durante una investigación realizada en la comuna 5, una de las más complejas en materia de homicidios en esta ciudad.
Son trece barrios los que integran esta comuna de la zona noroccidental que en las últimas tres décadas ha padecido expresiones violentas, afectando, en gran medida, a los jóvenes, quienes en muchas ocasiones no tienen más opción que vincularse a las estructuras armadas que las generan.
No obstante, la respuesta de algunos de los jóvenes no ha sido esta, pues algunos lograron mantenerse al margen y constituirse en líderes sociales, enfocados a la resolución pacífica de conflictos y a la formación de sus vecinos buscando que, todos juntos, asumieran la responsabilidad de construir una comuna mejor. Este comportamiento llamó la atención de tres estudiantes de la Maestría y de su asesora, quienes se preguntaron por qué estos jóvenes deciden no hacer parte de la violencia y se motivan a explorar nuevas formas de vida comunitaria.
Para resolver esas inquietudes, y otras más que fueron surgiendo durante el proceso, las investigadoras partieron de los relatos de vida de tres jóvenes pobladores de la comuna 5, cuyos ejemplos de vida permitieron no solo conocerlos en su realidad individual sino en sus contextos y realidades. Esta manera de abordar el asunto abría, según ellas, la posibilidad de comprender la realidad desde las personas y lograr que la investigación fuera menos teórica y más desde la vivencia de lo que sucede todos los días.
La comuna 5 expresa las complicaciones de una ciudad en expansión y modernización que enfrenta expresiones de desigualdad, exclusión y violencia con alternativas y oportunidades para las comunidades y sus habitantes. Esa paradoja se evidenció en el 2014 cuando los homicidios en este sector de la ciudad tuvieron un incremento del 23% con relación a los hechos ocurridos en 2013. Según las investigadoras, “esta grave situación desencadenó el protagonismo de algunos jóvenes, quienes a través de diferentes colectivos, organizaciones y actuaciones independientes se resistieron al miedo y se movilizaron para construir alternativas de pacificación, recuperación de los territorios y exaltación del derecho a la vida”.
Los relatos de los tres jóvenes en los que se sustentó esta investigación permitieron establecer la manera cómo a través de sus palabras tejen relaciones entre el pasado, el presente y el futuro, tanto de manera individual como colectiva. En ese proceso, es que se pueden observar, según las investigadoras, las formas en que estos y otros jóvenes le encuentran sentido a sus procesos de resistencia contra la violencia y a la construcción de escenarios de vida.
Uno de los hallazgos destacados por este equipo de investigadoras de la Maestría de la Universidad Autónoma Latinoamericana – Unaula, es que la resistencia de los jóvenes es posible gracias a su conciencia política y no como resultado de respuestas espontáneas a sus condiciones de vida y a la de sus vecinos. Ello ofrece alternativas de acción diferenciadas: mientras unos se enfocan más en la participación política como acción de transformación, otros defienden el valor de la cultura y el arte a través de la gestión de espacios, eventos y procesos en la comuna.
Otro de los aspectos que destacan las investigadoras en los relatos es la “recuperación y apropiación del territorio”. A través de las palabras de los tres jóvenes se logró determinar el valor del territorio en sus expresiones de resistencia: “hacerse al territorio es una forma de ganarle espacio a la violencia y a los violentos, de hacer presencia, de hacerse notar y demostrar que sus opciones no violentas también pueden ser una alternativa para la gente de la comunidad”.
“Realizar este trabajo fue una travesía interesante por dos motivos principales: de un lado, por las condiciones históricas de violencia que ha enfrentado la zona; y de otro, por los crecientes y significativos procesos de participación política que los jóvenes desarrollan desde hace muchos años”, conceptúan las investigadoras, quienes, a través de su trabajo con los tres jóvenes logran demostrar que resistirse a la violencia sí es posible.
Versión periodística del texto Procesos de resistencia de los jóvenes de la comuna 5 de Medellín. Tres experiencias de vida, escrito por Alexandra Agudelo López, Eliana María Zuleta Carmona, María Isabel Arias Hurtado, Sorany Yiseth Tejada Flórez. Grupo de Investigación Educación y Derechos Humanos de la Escuela de Postgrados de la Universidad Autónoma Latinoamericana.


