Cuando se cumplen dos años de la evacuación del casco urbano de Gramalote, afectado por un deslizamiento el 17 de diciembre de 2010, el Gobierno Nacional tiene lista la mejor opción para el reasentamiento de esa población. Luego de una labor técnica apoyada, entre otras entidades, por el Servicio Geológico Colombiano y continuada por la Sociedad Colombiana de Geotecnia, el Fondo Adaptación elaboró una matriz multicriterio que permitió escoger la vereda Miraflores, cerca del antiguo casco urbano, como el sitio más adecuado para comenzar la reubicación.
Esta no ha sido una tarea fácil, valga decirlo. Porque al inmenso reto de devolverles la esperanza a los gramaloteros, había que unir la obligación de escoger el mejor sitio con mitigación del riesgo, que es uno de los mandatos del Fondo Adaptación. Nuestra entidad fue creada para esa tarea, reconstruir lo que se afectó como consecuencia del Fenómeno de la Niña en 2010-2011, pero con mitigación del riesgo.
Esto ha significado que, tanto en el caso de Gramalote, como en otros megaproyectos a nuestro cargo –esto es, Canal del Dique, La Mojana y Jarillón de Cali tenemos que tomar todas las precauciones y hacer los análisis técnicos que nos permitan lograr que la tragedia no se vuelva a repetir.
Por eso, desde el 19 de abril de este año, es decir, desde hace 8 meses, cuando el Fondo Adaptación asumió el caso de Gramalote, hemos tomado todas las medidas necesarias y hemos realizado los análisis técnicos para que la reubicación de esta población sea exitosa.
Hoy podemos decir que estamos listos para comenzar la reubicación en la vereda Miraflores. Sabemos y entendemos que inicialmente, en la etapa de pre-factibilidad, se eligió el lote de Pomarroso. Pero al realizar estudios adicionales de estabilidad del terreno, medio ambiente, vías, acueducto, costo y duración de la reubicación, se llegó a la conclusión de que la mejor opción era Miraflores.
Algunos pobladores de Gramalote insisten en que debe ser Pomarroso y no Miraflores la zona para la reubicación. Pero es bueno recordarles a ellos que las decisiones que tomamos son de carácter técnico, acompañadas de responsabilidad, para garantizarles la seguridad ante posibles eventos que se puedan registrar como consecuencia de la acción de la naturaleza y el cambio climático.
En este sentido, nuestro llamado a esos gramaloteros que se oponen a la decisión del Gobierno de reasentar a Gramalote en la vereda Miraflores es a que cesen sus diferencias y nos permitan comenzar de una vez por todas la reubicación de la población. Eso es, en últimas, lo que más importa. Como nos dicen decenas de pobladores de Gramalote que se comunican con nosotros: lo importante es comenzar ya la reconstrucción y reubicación para que en un par de años empecemos a levantar las primeras casas, una vez que hayamos hecho las vías y las acometidas de agua, entre otras obras, indispensables para cualquier labor de reubicación.
Nuevamente queremos enviar nuestro mensaje de solidaridad a los habitantes de Gramalote. Sabemos lo que han sufrido y lo que han esperado. Pero también es necesario entender que a veces las tragedias sirven, como en este caso, para hacer las cosas mejor, para tomar las decisiones correctas y para mitigar los riesgos. Por hacer las cosas rápidamente, no nos podemos equivocar. Veamos con esperanza el futuro de Gramalote.
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