Tan pronto se conoció que la Corte del Distrito Este de Virginia (Estados Unidos) le impuso una condena de 13 años de prisión al general (r) Mauricio Santoyo, diferentes sectores expresaron su opinión, y buena parte de ellos coincidieron en que es “una vergüenza nacional”.
ÓSCAR RODRÍGUEZ, ABOGADO DEL GENERAL SANTOYO
El general, hasta ahora, se siente satisfecho y optimista de que en su futuro va a haber otros espacios que se tomarán para reducir (la condena). Confiamos que una reducción sustancial va a venir con el tiempo.
JUAN LOZANO, SENADOR PARTIDO DE LA U
Es una vergüenza nacional. No deben volver a suceder estos episodios, y por eso tenemos que aprobar en este Congreso la ley que establezca las condiciones de garantía para los colombianos en relación con los ascensos militares y policiales.
IVÁN CEPEDA, REPRESENTANTE A LA CÁMARA DEL POLO DEMOCRÁTICO
Esta es una condena que llena de vergüenza a Colombia, que el jefe de Seguridad del Palacio de Nariño termine siendo condenado por haber estado a sueldo de paramilitares y narcotraficantes. Realmente, Santoyo era parte de una 'manada de lobos', de un aparato criminal que funcionó desde la Casa de Nariño. Seguramente que la condena, que es muy baja para los delitos que cometió, obedece a que él ha colaborado y ha entregado a las autoridades judiciales de Estados Unidos información sobre quiénes eran sus aliados.
FERNANDO QUIJANO, VOCERO DE CORPADES
Más que hablar de la condena, lo que hay que decir es que ojalá se demuestre todo lo que fue el accionar de Santoyo, desde las 'chuzadas', desde la desaparición de miembros de Asfades, desde la presunta participación de él y de su hermano, directa o indirectamente, en la masacre de Budapes, y una serie de hechos que ocurrieron posteriormente en donde se habla de más de 25 personas asesinadas.
SIMÓN GAVIRIA, DIRECTOR DEL PARTIDO LIBERAL
Hay que establecer los vínculos de Santoyo con otros miembros de la Policía, sus vínculos con rutas del narcotráfico y paramilitarismo, y el terror que, con su beneplácito, estos pudieron infligir al pueblo colombiano.
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