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Colombia

Puerto Velero, ancla de Colombia en el Caribe

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A casi 30 minutos de Barraquilla está Tubará, y en esa población del Atlántico, de más de 10 mil habitantes, están las playas de Puerto Velero, en donde se desarrolla el ambicioso proyecto de la primera marina que, más que ser un amarradero de embarcaciones, tendrá un hotel boutique de 36 habitaciones, ya tiene cabañas sobre pilotes en el agua y otro grupo en tierra, además de una escuela de vela que alojará estudiantes de diferentes partes del país.
El gobierno nacional otorgó una concesión de 20 años a la sociedad Marinas de Colombia, que construye el proyecto con una inversión que llegará a  $40 mil millones de pesos en 32 hectáreas de tierra y 32 de mar. El hombre de la idea, Javier Júlvez, un barcelonés que se enamoró del lugar en 2009, asegura que será una marina “con todo el acondicionamiento, los servicios y los soportes dedicados al mar”.
Júlvez cuenta que en Colombia hay cerca de 600 puntos de amarre en total para embarcaciones deportivas, cuando se puede disfrutar y practicar deportes de mar casi todo el año, pero en España, donde las estaciones no permiten hacer lo mismo, hay unos 132 mil amarres. “Aquí la gente vive de espaldas al mar. Es necesario darse la vuelta y ver que el mar es una fuente inagotable de cosas para bien”, dice Júlvez.
La inauguración del proyecto completo, a pesar de lo grande que es, será pronta. A Júlvez lo reta el tiempo y prevé que debe estar lista a finales de enero de 2014, cuando reciba la regata Gran Prix del Atlántico —cuyo presidente ad honorem es el Rey de España— que partirá desde España y llegará a la marina de Santa Marta, Puerto Velero y Cartagena. A esta regata se ha apuntado también la goleta —embarcación de dos o tres palos— más antigua del mundo, la Isla Ebusitana, que fue arrojada al mar en 1856.
Empleo
Para cuando la marina funcione en firme, Júlvez espera que se generen entre 250 y 300 empleos directos y formales y, en la industria de las marinas, estos generen entre 8 y 10 empleos indirectos. “El turista náutico deja más que el turista normal, ya que tiene mayor poder adquisitivo”, explica el español, añadiendo que en el proyecto se ha tratado de vincular a la mayor cantidad posible de nativos de Tubará.
“Consideramos que ellos tiene que ser los primeros beneficiados porque no podemos ganar nosotros sin que ganen ellos. No se ha dado un peso pero sí los elementos y medios necesarios para mejorar aspectos de su vida, y con los contratistas tenemos un porcentaje de empleo que debe ser para la comunidad de Tubará”, explica el empresario.
“No es de ricos”
Por más que parezca, Júlvez sostiene que el mundo del mar y los barcos no es exclusivamente para ricos, y que, más bien, es un estilo de vida. “Tengo un barco viejo de 80 mil dólares. Estamos hablando de menos de 200 millones de pesos, pero esa es mi casa en cualquier lugar del mundo, donde yo quiera”, explica el barcelonés, quien alabó a su esposa Zoraida Martínez, una bogotana que gerencia el proyecto y quien él dice lo sacó adelante.
El chef italiano, Franco Basile, también está asociados al proyecto de tiempo completo. Desde su restaurante El Kiosko, dentro de la marina, atiende a los visitantes con su cocina.
Basile, quien resaltó la hospitalidad que le han brindado los barranquilleros, pretende construir hasta cuatro restaurantes más con diferentes especialidades y precios asequibles, y es otro extranjero que como Júlvez, dice que no se va de Colombia.
Júlvez asegura que el Caribe colombiano necesita muchas marinas más, y que lejos de competirse, se complementarían. Mientras tanto, la Marina Puerto Velero avanza con rumbo firme para convertirse en paso obligado para los navegantes en el Caribe.
El proyecto
La marina contará con 540 puntos de amarre para embarcaciones de 20 metros de eslora (66 pies). Cada punto de amarre contará con electricidad y agua potable, información meteorológica y escucha permanente de VHF, además de conexión a internet.
Otros servicios que contempla ofrecer la marina es el de limpieza y mantenimiento de las embarcaciones, servicio de buzo y servicios de asistencia en maniobras mediante embarcación auxiliar.

Los puntos de amarre cuentan con conexión eléctrica y de agua potable. AROLDO MESTRE, EL UNIVERSAL
Los puntos de amarre cuentan con conexión eléctrica y de agua potable. AROLDO MESTRE, EL UNIVERSAL
Los puntos de amarre cuentan con conexión eléctrica y de agua potable. AROLDO MESTRE, EL UNIVERSAL
Los puntos de amarre cuentan con conexión eléctrica y de agua potable. AROLDO MESTRE, EL UNIVERSAL
Los puntos de amarre cuentan con conexión eléctrica y de agua potable. AROLDO MESTRE, EL UNIVERSAL
Los puntos de amarre cuentan con conexión eléctrica y de agua potable. AROLDO MESTRE, EL UNIVERSAL
Del área de tierra concesionada, solo será construida el 5 %. AROLDO MESTRE, EL UNIVERSAL
Del área de tierra concesionada, solo será construida el 5 %. AROLDO MESTRE, EL UNIVERSAL
Así lucen las cabañas de agua en Puerto Velero. En tierra se construirá un hotel de 36 habitaciones. AROLDO MESTRE, EL UNIVERSAL
Así lucen las cabañas de agua en Puerto Velero. En tierra se construirá un hotel de 36 habitaciones. AROLDO MESTRE, EL UNIVERSAL
Los puntos de amarre cuentan con conexión eléctrica y de agua potable. AROLDO MESTRE, EL UNIVERSAL
Los puntos de amarre cuentan con conexión eléctrica y de agua potable. AROLDO MESTRE, EL UNIVERSAL
Javier Julvez, promotor del proyecto de marina. AROLDO MESTRE, EL UNIVERSAL
Javier Julvez, promotor del proyecto de marina. AROLDO MESTRE, EL UNIVERSAL
El chef Franco Basile es el encargado de la cocina de toda la marina. AROLDO MESTRE, EL UNIVERSAL
El chef Franco Basile es el encargado de la cocina de toda la marina. AROLDO MESTRE, EL UNIVERSAL
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