Cuando el trinar de los pájaros anuncia el amanecer en el Paseo Peatonal de Bocagrande y Castillo, Luis Armando Manjarrés Vitola, auxiliar bachiller de la Policía, ya se encuentra prestando guardia en el lugar.
Su empeño es brindar tranquilidad y confianza desde muy temprano a las personas que salen a ejercitarse o a tomar el aire fresco de la mañana.
Luis Armando es cartagenero, de 22 años de edad, y se ha convertido en el guardián, amigo y compañero de niños, adultos y hasta de las mascotas que visitan este lugar.
Y aunque son 10 los uniformados que guardan todo el paseo peatonal, Manjarrés Vitola parece hacer la diferencia.
Él está pendiente de escoltar a los niños al cruzar la Avenida Chile, para evitar accidentes y permitir que la armonía y recreación sean los protagonistas del paseo.
“Poli, Amigo o Profesor” suelen llamarlo los pequeños a quienes él acompaña.
Para él es una labor satisfactoria, la cual realiza todos los días desde las 5 hasta las 9 de la mañana, o en las tardes de 5 a 9 de la noche.
Este policía bachiller en solo 4 meses se ha ganado el cariño de las personas que hacen ejercicios, caminan y pasean sus mascotas por este corredor recreacional.
También de quienes se sientan en las bancas del Parque La Concha o Las Caracuchas a disfrutar de la hermosa vista de la bahía y el agradable ambiente que se respira.
“Yo estoy aquí para que todo marche bien, para que las personas que visitan el paseo peatonal estén seguras, tranquilas y puedan estar en un ambiente sano. Yo sólo hago mi trabajo y doy mi cariño a la gente que me aprecia y encuentra en mí un amigo cuando llega aquí”, cuenta Luis Armando Manjarrés mientras acaricia a ‘Tequila’, una mascota que ya tiene su lugar especial en el paseo, pues siempre que va se sienta en una banca de concreto que nadie puede ocupar porque de lo contrario ella le reclama su espacio, comenta Manjares.
Un tramo del paseo peatonal están a cargo de Luis Armando, aunque generalmente interviene en cualquier situación que atente contra la tranquilidad de los asistentes, indistintamente de cual sea el área peatonal, pues “la seguridad de toda la zona es de mi interés”
Por eso a las 5 de mañana o antes llega a cuidar el lugar mientras los adultos caminantes desarrollan este hábito, como suelen acostumbrar, día a día.
