Solo en Barranquilla, en menos de dos semanas, van cuatro casos de menores intoxicados por consumir bebidas alcohólicas. En el resto del país aún no se tiene el consolidado de los casos que podrían haberse presentado durante las fiestas de diciembre y año nuevo, y donde los menores han sido las principales víctimas ante el descuido de los padres y acudientes.
El último caso registrado fue el de una menor de 14 años que tuvo que ser internada en una clínica al norte de Barranquilla tras ingerir aguardiente. El caso es investigado por la seccional del ICBF de la capital del Atlántico, al igual que el de los otros tres menores. Dos de ellos se encuentran bajo protección del instituto.
Sin embargo, esta problemática no es nueva. En el primer semestre del año pasado 26 menores entre 5 y 14 años sufrieron daños en su salud tras consumir bebidas alcohólicas y abuso de drogas, según el reporte del Centro de Información de Seguridad sobre Productos Químicos (Cisproquim).
Las alarmas están prendidas especialmente en la población adolescente. Acorde con reportes del Consejo Colombiano de Seguridad se ha encontrado que los jóvenes están inventando nuevas bebidas, elaboradas a partir de alcohol industrial y/o antiséptico que los mezclan con refrescos en polvo, gelatinas o gaseosas para mejorar el sabor. Se les conoce como chamber, chamberlain, frutiñazo, vulcano, cocol, galopero, entre otros.
Acorde con la entidad estas bebidas pueden tener concentraciones muy altas de etanol y otros alcoholes como el isopropanol, hidrocarburos y en el peor de los casos, grandes concentraciones de metanol, utilizado como combustible al juntarlo con la gasolina y que puede causar daños irreversibles.
Y es que solo el consumo en exceso de bebidas alcohólicas produce daños en el sistema nervioso central y el hígado. Sin embargo, cuando se ingiere alcohol adulterado, el problema radica en que éste puede contener metanol que, al ingerirlo, causa síntomas como sensación de embriaguez más intensa de lo habitual, dolor de cabeza, de estómago, nauseas, vómito y mareo.
Después de un tiempo la persona puede presentar síntomas como debilidad, diarrea, respiración acelerada, visión borrosa o alterada, ceguera, convulsiones y afecciones irremediables que pueden llevar al paciente a la muerte.
Para denunciar los casos de padres o acudientes irresponsables que permitan que sus hijos consuman alcohol o manipulen pólvora el ICBF habilitó la línea 01 8000 91 80 80, para que los ciudadanos pueden reportar cualquier situación donde los menores resulten vulnerados.
Qué hacer ante una emergencia
La primera recomendación cuando se cree que alguien puede estar intoxicado es reportarlo ante el número único de emergencias: 123; la línea del Cisproquim: 018000916012; o ante el número de emergencias de la localidad.
De igual forma se aconseja evitar el suministro de comida o alimento a la persona intoxicada, tampoco inducirle el vómito a menos que un médico de la línea de emergencias lo indique. Es importante seguir las indicaciones de primeros auxilios que suministren los especialistas.
Lo tercero es llevar al enfermo al centro de urgencias. Se recomienda no olvidar los documentos de identidad y de la EPS, anotar el nombre o llevar las etiquetas o envases de las sustancias que posiblemente provocaron la intoxicación. De igual forma, se debe informar al médico la cantidad de la sustancia que se ingirió.