Un humo envenenado acabó de un solo tajo con toda la familia de Juan Carlos Cuello, quien en una noche fatídica perdió a su esposa Claudia Sofía Jiménez Bravo, de 29 años y sus tres hijos: Rafael Daniel y Mairet, de 14, 9 y 3 años respectivamente.
El hecho se produjo, según algunos testimonios por una planta eléctrica que introdujo a la casa Juan Carlos, para darle energía a su familia y pudieran ver sus programas de televisión.
La familia se quedó dormida y el gas de la planta en funcionamiento con la vivienda completamente cerrada fue la causa para que los miembros de la familia inhalaran el gas carbónico. El padre no se dio cuenta, porque se encontraba en una esquina. Cuando llegó a la vivienda, horas más tarde, se encontró con el cuadro desgarrador que su familia toda había muerto.
