El próximo 3 de julio de 2025, la Tierra alcanzará su punto más alejado del Sol en su órbita anual, fenómeno conocido como afelio. Durante este evento astronómico, nuestro planeta estará a una distancia aproximada de 152.098.455 kilómetros del Sol, es decir, cerca de cinco millones de kilómetros más lejos que durante el perihelio, que ocurrió el pasado 4 de enero.
El término afelio proviene del griego apó (lejos de) y hélios (el Sol). Se refiere al momento en que la Tierra se ubica en el extremo más distante de su órbita elíptica. Contrario a lo que se suele pensar, la órbita terrestre no es un círculo perfecto, sino una elipse, lo que provoca variaciones anuales en la distancia entre la Tierra y el Sol. Lea:Leyva no actuó solo: Petro reveló nuevas teorías sobre plan para sacarlo del poder
¿Qué consecuencias tiene el afelio?
El afelio no produce cambios significativos en el clima ni afecta de manera directa las temperaturas del planeta. Las variaciones estacionales están determinadas principalmente por la inclinación del eje de la Tierra (23,5 grados), no por la distancia al Sol.

No obstante, este fenómeno sí genera algunas implicaciones menores:
- Velocidad orbital: según las leyes de Kepler, la Tierra se mueve más lentamente cuanto más lejos está del Sol. En el afelio, su velocidad es de aproximadamente 29,29 kilómetros por segundo, mientras que en el perihelio alcanza los 30,29 kilómetros por segundo.
- Duración de las estaciones: debido a esta reducción de velocidad, las estaciones que ocurren durante el afelio —como el verano en el hemisferio norte— tienden a ser ligeramente más largas que las del perihelio.
Mitos y desinformación sobre el afelio
Es importante aclarar que el afelio no tiene efectos negativos en la salud, el clima o el comportamiento humano. Diversos contenidos en redes sociales suelen asociar este evento con fenómenos extremos, brotes epidémicos o influencias energéticas, pero no existe evidencia científica que respalde estas afirmaciones.
El afelio, al igual que otros eventos astronómicos cíclicos, forma parte del movimiento natural del planeta en el sistema solar. Su relevancia radica en el conocimiento y comprensión de la dinámica terrestre, más que en cualquier impacto perceptible en la vida cotidiana.