Gracias al registro fósil de huesos y caparazones podemos saber cómo los animales han evolucionado, y en algunos casos, se han extinguido en los últimos 500 millones de años. Ahora, un nuevo análisis científico ha ampliado el árbol de la vida hasta hace casi 2 mil millones de años.
El nuevo catálogo se ha basado en una recopilación mundial de datos fósiles y muestra las oscilaciones en el recuento de especies de la vida antigua. Lea también: Investigadores descubren especie de ratón anfibio en la Amazonía
El trabajo, cuyos detalles se publicaron en la revista Science, es un análisis de alta resolución de la diversidad global del Eón Proterozoico, hace entre 2.500 y 539 millones de años, cuando la vida (principalmente pequeños organismos y esponjas que no eran capaces de desarrollar esqueletos minerales) dejaron menos rastros fósiles para estudiar.
El registro fue realizado por el Instituto Politécnico de la Universidad de Virginia en colaboración con investigadores de las academias de ciencias de Rusia y China, y de las universidades de California en Santa Bárbara, Princeton, Missouri y Riverside.
El equipo analizó específicamente los registros de antiguos eucariotas marinos, organismos cuyas células contienen un núcleo. Le recomendamos: Estudio revela patrones espaciales en corales de todo el mundo
Los primeros eucariotas evolucionaron más tarde hasta convertirse en los organismos pluricelulares a los que se atribuye el inicio de una nueva era de la vida en la Tierra: animales, plantas y hongos.
“Es el análisis más completo y actualizado de este período hasta la fecha, y lo que es más importante, hemos utilizado un programa de correlación gráfica que nos ha permitido alcanzar una mayor resolución temporal”, explica el geobiólogo Shuhai Xiao.
El nuevo análisis revela que aunque las especies antiguas evolucionaran más lentamente y duraran más, el ritmo de la evolución se aceleró tras las glaciaciones mundiales.