La ciudad ha experimentado una ola de calor que se atribuye a la influencia de la onda tropical Madden and Julian que atraviesa el mar Caribe. Esta condición ha permitido el ascenso de la temperatura del aire y la sensación térmica, particularmente en zonas del litoral central y norte. La sensación térmica hoy en Cartagena puede llegar a sentirse hasta 44 grados, según The Wather Chanel; y muy a pesar de que a medio día se registraron lluvias en el ciudad, “el calor” se mantuvo. Le puede interesar: ¿Más calor que ayer? Sensación térmica en Cartagena podría llegar a 44 grados
¿Por qué si llueve sigue sintiéndose tanto calor?
La sensación térmica durante la lluvia puede ser sorprendentemente alta debido a una serie de factores meteorológicos que interactúan de manera compleja. National Geographic proporciona una visión valiosa de este fenómeno. En primer lugar, la sensación térmica no se basa únicamente en la temperatura del aire, sino en la percepción que tenemos de ella, influenciada por la humedad, el viento y la radiación solar.
De acuerdo con National Geographic, el término sensación térmica fue acuñado por primera vez en 1939 por el geógrafo y explorador antártico Paul Siple, quien junto a Charles Passel, experimentó sobre cuánto tardaba el agua en congelarse en diferentes condiciones de aire y viento.
Cuando llueve, la humedad aumenta significativamente en el ambiente. Esta humedad puede afectar nuestra percepción térmica, haciendo que sintamos que hace más calor de lo que realmente marca el termómetro. La humedad reduce la capacidad del cuerpo para enfriarse a través de la evaporación del sudor, lo que lleva a una sensación de bochorno. Además, la lluvia a menudo trae consigo nubes, lo que puede reducir la exposición directa al sol y hacer que la temperatura parezca más alta. Lea además: Altas temperaturas en Cartagena: Estos son los riesgos
El viento también juega un papel importante en la sensación térmica. Si llueve acompañado de vientos suaves, puede contribuir a una sensación de frescura. Sin embargo, si los vientos son cálidos y húmedos, como los vientos de foehn, pueden elevar la sensación térmica. Estos vientos descienden de las montañas y se calientan por compresión, lo que puede aumentar la temperatura percibida incluso en días de lluvia.
Además, la radiación solar indirecta también puede influir en la sensación térmica durante la lluvia. Aunque el sol no esté visible, su radiación infrarroja aún puede llegar a la superficie terrestre, calentando objetos y suelos. Esto puede contribuir a una sensación térmica más alta incluso en un día de lluvia.
En resumen, la sensación térmica durante la lluvia puede ser alta debido a la combinación de factores como la humedad, el viento, la radiación solar indirecta y la percepción subjetiva de la temperatura. Estos elementos interactúan de manera compleja para determinar cómo percibimos el clima en un día lluvioso, a menudo haciendo que sintamos una temperatura más alta de la que realmente es.
*Esta nota fue hecha con ayuda de inteligencia artifical.