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Ciencia

Este es el telescopio que pretende observar el origen de las cosas

El próximo 24 de diciembre será lanzado al espacio el James Webb, el telescopio más potente de la historia y una de las apuestas más ambiciosas de la ciencia.

Este es el telescopio que pretende observar el origen de las cosas

17 países y tres agencias espaciales (NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Canadiense) se involucraron en la construcción del James Webb, cuyo costo fue de 10 mil millones dólares. //NASA

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Dónde está ubicada la Guyana Francesa en el planeta Tierra es una de las respuestas geográficas más difíciles para muchos en el mundo; sin embargo, desde esa república francesa de ultramar será lanzada, si todo sale bien, una de las misiones más ambiciosas en la historia de la ciencia.

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En el territorio ubicado en la costa noreste de Suramérica, en una esquina sobre Brasil, partirá el telescopio James Webb con la máxima de que cambiará nuestra forma de ver el universo, y ahí recaba su importancia como “la misión que proporcionará las piezas faltantes del rompecabezas que se intenta armar desde tiempos remotos”, como señala el astrofísico colombiano Juan Rafael Martínez Galarza.

El telescopio tiene forma extraordinaria, en cierta posición parece un escorpión extraterrestre y, desplegado, simula una nave espacial del cine de ficción.

El próximo 24 de diciembre, mientras muchas familias celebran la víspera de Navidad, el telescopio diseñado y construido luego de tres décadas de estudios técnicos, desarrollos tecnológicos, tensiones políticas y muchos, muchos millones de dólares invertidos, será lanzado desde la cima de un colosal vehículo de lanzamiento en el puerto espacial de Kourou del pequeño país sudamericano. “Será el pistoletazo de partida para una de las misiones de descubrimiento más ambiciosas en la historia de la ciencia”, indica Martínez Galarza.

El telescopio en detalle

El nombre de James Webb (JWST, por sus siglas en inglés) alude a un exdirectivo de la NASA del mismo nombre. El telescopio espacial de 6,5 metros de diámetro, es el más grande instrumento óptico jamás lanzado al espacio en una sola pieza.

Está optimizado para observar luz infrarroja, lo que representa un hito en la historia del estudio del espacio. “Nos permitirá, por fin, echar un vistazo directo a los primeros fotones que se formaron en el interior de una estrella, proporcionándonos las piezas faltantes en el rompecabezas de la historia cósmica y revelando los detalles de cómo se formaron las primeras galaxias, cuyas estrellas ionizaron de una vez y para siempre la sopa cósmica que eventualmente concluiría con nuestra propia aparición en la superficie de un planeta rocoso”, explica el astrofísico.

Para muchas voces en el mundo, el JWST podrá captar la luz distante de estrellas primitivas gracias a su ultra sensibilidad. En su espejo principal, una colección de dieciocho segmentos hexagonales alineados unos con otros, que por su forma y color dorado asemejan un panal de abejas, se encuentra el ojo con el que la humanidad busca enfocar “los pocos fotones que han logrado culminar con éxito el viaje inverosímil a través de la historia del universo para traernos noticias sobre el final de la Edad Oscura”, como reseña Martínez.

Son fotones que no emprendieron el viaje necesario para poder observarse anteriormente, son vestigios producidos en los profundos interiores de las estrellas más masivas que jamás existieron.

“Sus energías iniciales eran mucho más altas, similares a las de los rayos ultravioleta que nos enrojecen la piel en un día de playa, pero debido a la expansión del universo esos rayos de luz han tenido que recorrer caminos mucho más largos de los que se habrían esperado inicialmente, y ellos mismos se han estirado como elásticos errantes a medida que viajaban, perdiendo energía en el proceso y transformándose en fotones infrarrojos, más allá de la luz que pueden detectar nuestros ojos e incluso otros telescopios espaciales como el Hubble”, agrega el experto.

La construcción y diseño del telescopio frío capaz de ver en luz infrarroja se hizo acorde con las leyes de la mecánica que lo mantendrán siempre en órbita alrededor del sol, protegido por la sombra de nuestro planeta que garantizará las bajas temperaturas que requiere su operación para “ ver cómo empezó todo en el universo”, como afirma Begoña Vila, astrofísica española. He ahí su gran importancia.

Seis meses para que comience a mirar

El JWST será operativo seis meses después de su lanzamiento, pues le tomará un mes llegar a su destino orbital, el punto Lagrange (L2). Después de eso, viene una etapa crucial donde la fe se mezcla con la ciencia, ya que será necesario hacer varios ajustes en la alineación de sus espejos para que comience a apuntar a las estrellas ancianas.

El telescopio está planeado para funcionar al menos durante cinco años, quizás diez, en función de cuánto tiempo dure su combustible, ya que cada cierto tiempo, tiene que ser usado para corregir su órbita. Pero es inexorable afirmar que este será uno de los más grandes avances en la astrofísica y en el estudio de la humanidad, y estaremos allí para presenciarlo.

Es un ojo gigantesco que observará el universo como ningún otro telescopio lo había hecho, revolucionando nuestra manera de ver el cielo”

Jonay González, astrofísico español.

Polémica por su nombre

El nombre James Webb es en honor a un funcionario de la NASA que impulsó el programa Apolo que llevó al hombre a la luna; sin embargo, su nombre es polémico, ya que un nutrido grupo de astrónomos pidió que se cambiara debido a que el directivo se le acusa de haber colaborado presuntamente con políticas homófobas cuando trabajó para el Departamento de Estado, antes de estar en la agencia espacial estadounidense entre 1961 y 1968.

Pero la NASA rechazó la petición aduciendo que no encontró evidencia de lo denunciado. Lucianne Walkowicz, física teórica, quien asesora a la agencia espacial, anunció su dimisión tras la negativa a cambiar el nombre del telescopio, y provocó un efecto dominó en otros científicos cercanos a la NASA.

El telescopio James Webb (JWST) orbitará a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra y también girará en torno al sol. //AP
El telescopio James Webb (JWST) orbitará a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra y también girará en torno al sol. //AP

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décadas duró la construcción del telescopio James Webb.

Es un ojo gigantesco que observará el universo como ningún otro telescopio lo había hecho, revolucionando nuestra manera de ver el cielo”.

Jonay González

Astrofísico español

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