El Boeing 737 es un caballo de batalla de la aeronáutica internacional. Y el accidente en el que se perforó el techo de uno de estos modelos, usado por Southwestern Airlines cuando volaba a 10.360 metros (34.000 pies) de altura sobre Arizona ha provocado que se revisen con cuidado los cientos de aviones más viejos de este tipo que hay en todo el mundo.
Algunos expertos consideran que estas aeronaves podrían ser también vulnerables, debido a fisuras por desgaste, difíciles de encontrar, en el fuselaje de aluminio.
Los aviones serán sometidos a análisis repetidos. Se prevé que el problema revelado por el boquete en el fuselaje del avión de Southwest tenga consecuencias que perdurarán por años en la flota mundial de los 737.
Muchos de sus propietarios observan ahora con más cuidado los aviones después de lo ocurrido el 1 de abril en Arizona, cuando una sección de metro y medio (cinco pies) del fuselaje se desprendió, lo que obligó a que los pilotos realizaran un aterrizaje de emergencia en una base militar en el desierto.
Los pasajeros escucharon un estallido, se sintieron mareados y tuvieron que ponerse a toda prisa las mascarillas de oxígeno, mientras los pilotos descendían rápidamente.
El caso ha obligado a que aerolíneas y gobiernos de todo el mundo den pasos con celeridad.
Los gobiernos de Japón, Indonesia, Corea del Sur y otras naciones ordenaron que las aerolíneas reforzaran las inspecciones. La empresa escandinava de aviación SAS realiza verificaciones similares en sus 737. La australiana Qantas revisa cuatro aeronaves y Air New Zealand somete a inspección otras 15.
Las aerolíneas han señalado que las revisiones no han afectado el tránsito aéreo.
Southwest y Continental Airlines tienen la mayor cantidad de aviones en la lista de los modelos 737-300, 737-400 y 737-500, propensos a las rupturas del fuselaje, pero un gran número de los aviones son propiedad de empresas extranjeras. UTAir en Russia, Garuda Airlines en Indonesia, Air New Zealand en Nueva Zelanda y tres grandes aerolíneas en China figuran entre las mayores propietarias. Alaska Airlines tiene 17 de estas aeronaves.
Southwest finalizó la inspección de todos los aviones afectados el martes. Detectó que cinco tenían fisuras en el mismo punto de ensamblaje que se abrió durante el vuelo de la semana pasada, y trabajaba con Boeing para realizar las reparaciones.
Alaska Airlines dará un paso más de lo dispuesto por la Agencia Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés). Ordenó esta semana inspecciones cuando los aviones lleguen a 30.000 despegues y aterrizajes. La revisión se realizará en las próximas semanas.
“No estamos obligados a inspeccionar estos aviones ahora pero sentimos que era lo prudente y que ayudaría a la industria a determinar un intervalo apropiado”, dijo el vocero Paul McElroy.
Hay unos 6.000 aviones 737 en operación en todo el mundo, y una orden emergente emitida el martes por la FAA abarca sólo 579 aeronaves que tienen el tipo de ensamblaje que falló durante el vuelo de la semana pasada.
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El periodista de la AP, Scott Mayerowitz, contribuyó con este despacho desde Nueva York.
