La gobernanza territorial como eje para construir una Cartagena más equitativa, participativa y sostenible fue el centro del Foro Gobernanza Territorial: apuestas de superciudad, un espacio de encuentro promovido por la Escuela de Gobierno y Liderazgo de la Alcaldía Mayor de Cartagena, en alianza con Unicolombo, que reunió a actores del sector público, la academia, los gremios empresariales y la sociedad civil.
El foro fue concebido no como un cierre, sino como un punto de partida para consolidar compromisos y fortalecer la confianza entre sectores. Así lo expresó Robinson Casarrubia, director de la Escuela de Gobierno y Liderazgo, durante las palabras de apertura.
“Este foro no es un acto de cierre, es un punto de encuentro entre lo que hemos aprendido juntos y lo que nos comprometeremos a hacer de ahora en adelante”, afirmó.
Casarrubia destacó que, en el marco del convenio entre la Escuela de Gobierno y Liderazgo y Unicolombo, se desarrolló un proceso que involucró a más de 350 personas de distintos sectores, superando la formación técnica para dar paso a un ejercicio profundo de diálogo y construcción colectiva.
“Hemos construido espacios de diálogo donde la academia, la sociedad civil, los gremios empresariales y los servidores públicos se sentaron a pensar juntos sobre el futuro de esta ciudad”, señaló.
Durante el proceso se realizaron tres mesas de gobernanza, se fortalecieron competencias de servidores públicos en gestión territorial y se generaron productos concretos que serán entregados como insumos para la toma de decisiones estratégicas del Distrito.
Más allá de las cifras, el director subrayó que el principal logro fue intangible, pero fundamental para el futuro de Cartagena.
“Lo más importante es que logramos algo que muchas veces parece imposible: generar confianza entre los actores que históricamente han trabajado de manera fragmentada, y esa confianza es el capital social más valioso que tiene una ciudad que quiere proyectarse con visión de largo plazo”.

Gobernanza territorial para una superciudad
Casarrubia explicó que el foro tuvo tres propósitos centrales: presentar resultados con transparencia, escuchar a expertos en gobernanza democrática y participación ciudadana, y propiciar un diálogo franco que permita identificar compromisos concretos y rutas de acción para que lo construido no se quede en el papel.
En ese contexto, reconoció los desafíos estructurales de la ciudad, como la desigualdad, la presión sobre el territorio y la debilidad histórica en la planificación de largo plazo, pero también resaltó las fortalezas de Cartagena.
“Cartagena enfrenta desafíos enormes, pero también tiene algo que muchas ciudades no tienen: una ciudadanía que no se rinde, un sector empresarial que entiende que sin ciudad no hay negocio y una administración que ha decidido apostarle a la gobernanza territorial como eje de transformación”.
El director de la Escuela de Gobierno fue enfático en señalar que la apuesta por una superciudad no se limita a infraestructura o crecimiento económico.
“Queremos que Cartagena sea una superciudad, no en el sentido de una ciudad perfecta, sino en el sentido de una ciudad que se piensa a sí misma, que dialoga, que planifica con sus ciudadanos y que entiende que el desarrollo territorial no es solo infraestructura, es también cultura ciudadana, cultura democrática, participación incidente y sentido de pertenencia”.
Unicolombo: la academia como actor activo del territorio
Tras la apertura, el rector de Unicolombo, Mario Ramos, ofreció las palabras de bienvenida, resaltando el valor del foro como un ejercicio de construcción colectiva y corresponsabilidad ciudadana.
“Hoy no estamos simplemente cerrando un evento académico o institucional, hoy estamos cerrando una experiencia de construcción colectiva, un espacio de diálogo profundo, respetuoso y propositivo, en el que más de 350 actores de la ciudad se sentaron a pensar juntos el presente y, sobre todo, el futuro de Cartagena”.
El rector destacó que el foro es resultado de una alianza estratégica entre el Distrito y la academia, que va más allá de lo simbólico.
“Esta alianza no es coyuntural ni simbólica, es profundamente estructural y transformadora. Desde Unicolombo creemos firmemente que la academia no puede limitarse a observar la realidad de nuestra ciudad desde la distancia”.
Ramos señaló que el Estado y la academia no compiten, sino que se complementan, aportando desde sus fortalezas a la transformación territorial.
“El Distrito aporta la visión de política pública y la cercanía con la realidad del territorio. La academia aporta rigor, análisis, formación, pensamiento crítico y estratégico. Juntos lograremos mejores políticas y mejores resultados”.
Asimismo, resaltó los resultados del proceso, entre ellos el fortalecimiento de capacidades en gobernanza democrática, participación ciudadana, planificación y gestión territorial, así como la consolidación de aprendizajes y productos técnicos que aportan directamente a la implementación del Plan de Desarrollo Distrital 2024–2027.
“Quizás lo más importante es que sembramos confianza institucional y corresponsabilidad ciudadana, elementos sin los cuales ninguna política pública puede tener éxito”.
Un punto de partida para nuevas alianzas
Para Unicolombo, el foro representa el inicio de nuevas acciones y compromisos en favor del desarrollo territorial de Cartagena y el Caribe colombiano.
“Este foro no es un punto final, es un punto de partida para nuevas acciones, nuevos proyectos y nuevas alianzas en favor de Cartagena”, afirmó el rector.
Ramos reiteró el compromiso de la institución con una educación que trasciende el aula y pone el conocimiento al servicio de la transformación social.
“Creemos en una academia al servicio del desarrollo territorial, que forma líderes con sentido crítico y ético, que fortalece lo público y que pone el conocimiento al servicio de la transformación social”.

El Foro de Gobernanza Territorial cerró con un panel intersectorial en el que participaron representantes del sector público, gremial, académico y social, reafirmando la necesidad de consolidar una agenda de ciudad, sostenida en el tiempo, que permita avanzar hacia una Cartagena más justa, participativa y con visión de largo plazo.

