El proceso de revisión y ajuste del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Cartagena sigue avanzando, con el objetivo de actualizar este instrumento y así cumplir una deuda que tiene la ciudad desde hace varios años.
De acuerdo con la Secretaría de Planeación, entidad que lidera este trabajo, el proceso ya cuenta con un 70% de avance, tras haberse surtido la etapa de diagnóstico e iniciar con la formulación el pasado mes de septiembre.
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Esta fase comprende ya la toma de decisiones para el ordenamiento del territorio, a través de tres documentos: el componente general, que define la visión estratégica para el nuevo modelo de ocupación del territorio; y los componentes urbano y rural, que regulan los usos de cada tipo de suelo según sus características.
Este trabajo ha incluido la realización de nuevas mesas de participación ciudadana, las cuales se iniciaron el pasado 16 de octubre. “Así como identificamos los problemas con la ciudadanía, queremos construir las propuestas con ella”, expresó el secretario de Planeación, Camilo Rey.
En las mesas primero se presenta una síntesis del diagnóstico, donde quedaron en evidencia cuáles son aquellas necesidades que se deben atender en la ciudad para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
“Hemos partido de que no podemos empezar a construir soluciones si no tenemos plena claridad sobre cómo está el territorio. Es por eso que el diagnóstico ha sido clave en la parte de formulación”, añadió Rey.

La dinámica socioespacial en Cartagena
El nuevo modelo de ocupación territorial deberá responder a las demandas de la ciudad y garantizar condiciones de equidad, considerando que actualmente existe una relación entre las zonas con mayor índice de pobreza y aquellas con menor acceso a equipamientos para satisfacer necesidades básicas.

El mismo diagnóstico demuestra que para personas que habitan en el norte, en zonas céntricas de la ciudad o cerca de avenidas, es más fácil acceder a equipamientos de salud, educación, mercado, empleo o recreación, mientras que el resto tiene una menor accesibilidad.
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Aún así, estas zonas con mayor acceso no necesariamente son las más pobladas, que se ubican en otros sectores. “Es importante entender la densidad poblacional porque son las zonas donde hay más demanda de equipamientos, de movilidad y espacio público”, explicó el secretario.
De hecho, el diagnóstico también evidencia que la densidad empresarial es distinta, es decir, la mayoría de los empleos no están en los sectores más poblados. “Esto tiene implicaciones en temas de movilidad, porque las personas emplean mucho más tiempo en ir a sus lugares de trabajo y regresar a sus casas. Por eso también estamos pensando en crear nuevas centralidades en la ciudad”, afirmó Rey.

Algo similar sucede con el espacio público efectivo, que es mayor en zonas como Bocagrande, Manga, Crespo o Marbella pero que en otros sectores al sur de la ciudad apenas alcanza los 2 m² por habitante e incluso menos.

El déficit de vivienda en Cartagena
Otro de los aspectos a resolver con el POT es el déficit de vivienda. El diagnóstico muestra que el déficit cuantitativo habitacional, asociado a las viviendas con deficiencias estructurales y de espacio, se concentra en las zonas con mayor pobreza de la ciudad: Cerros de Albornoz, los bordes de la Ciénaga de la Virgen y las faldas de La Popa.
De igual forma, estas zonas coinciden con la ubicación de los asentamientos de origen informal en la ciudad y además, con sectores que han sido clasificados como de protección ambiental o en riesgo, ya sea por inundación o remoción en masa.
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La convergencia de estas condiciones hacen que el reto en materia de ordenamiento sea mayor. “Esto impide la toma de decisiones de inversión pública o privada, pues legalmente no se puede intervenir en estos suelos”, explicó el secretario.

Ante esto, las alternativas que se están considerando son, en primera instancia, contratar estudios detallados de riesgo para determinar cuáles zonas son mitigables y no mitigables, de tal manera que en el POT queden establecidas las acciones necesarias.
Y por otro lado, acciones relacionadas a la construcción de vivienda de interés social para quienes realmente la necesitan, pues en el diagnóstico también se evidenció que en los últimos años se han estado produciendo más viviendas para los estratos altos que para los bajos.
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Este panorama, a su vez, supone otro desafío en materia de gentrificación, asunto al que también se le ha puesto a lupa desde el proceso de revisión y ajuste del POT, pues se han identificado zonas, no necesariamente en el sector turístico, que también están en riesgo de sufrir este fenómeno.
“Hemos visto que esto se ha ido moviendo hacia otras zonas de la ciudad, pues en la medida que ocurre, las personas que habitaban estos barrios se van yendo a otros y estas se van desplazando”, indicó el secretario.

Una ciudad sensible al género y la edad
De igual forma, el nuevo modelo de ocupación territorial deberá considerar los cambios que ha tenido la ciudad en materia demográfica, pues para el 2001, en Cartagena había menos de 800 mil habitantes, en su mayoría niños y niñas, algo que ha cambiado en la actualidad.
“Conforme pasaron los años, empezó a reducirse el número de personas en edad infantil, por eso ahora vamos a tener mucha gente en edad productiva buscando empleo y también en un grupo de mayores de 65 años que va a crecer de manera importante”, explicó el secretario.
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Este panorama implica pensar en una ciudad para esta nueva estructura poblacional, en la que también se destaca el crecimiento del grupo de mujeres. “Va a ser muy importante que pensemos una ciudad con perspectiva de género y sensible a la edad”, indicó Rey.
La visión 2038 para Cartagena
De esta manera en el marco de la etapa de formulación, ya se está pensando en la visión de Cartagena para el año 2038, la cual tiene como base 11 principios: derecho a la ciudad y vida digna; resiliencia y sostenibilidad; agua como eje estructurante; urbanismo participativo; enfoque de género; integración regional y urbano-rural; preservación del patrimonio cultural y natural; territorio saludable; justicia socioespacial; Cartagena pluriétnica; e innovación.
Esto da lugar a unos desafíos que posteriormente se convierten en políticas y dan como resultado el nuevo modelo de ocupación territorial.
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“En los próximos años no vamos a ser más personas, pero sí más hogares. Eso demanda nuevas zonas de expansión para atender el déficit de vivienda, en el caso de las zonas de riesgo no mitigables. Estamos pensando en una expansión inteligente, es decir, en definir zonas de expansión basadas en elementos técnicos que evidencien que en efecto hacia allá va a crecer la ciudad”, indicó el secretario.
Así mismo, se están definiendo los suelos para la expansión de actividades económicas y para el desarrollo sostenible, de tal manera que abran la posibilidad de hacer inversiones que permitan el mejoramiento de la calidad de vida de las personas.
“Queremos hacer renovaciones en las zonas de mayor accesibilidad que tiene la ciudad para hacer una redensificación, potenciar los espacios públicos que ya existen pero además aprovechar las vías, cuerpos de agua y suelos de protección”, afirmó Rey.
Esto también incluye la instalación de equipamientos para el bienestar en diferentes puntos de Cartagena, con miras a lograr una ciudad policéntrica y asequible para todos.
De igual forma, considerando las deficiencias que presenta la ciudad en materia de seguridad alimentaria, también se está pensando en los suelos con potencial agroecológico, de tal forma que haya cercanía entre los sitios de producción y consumo.
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“Esto también nos da pistas sobre cómo debe funcionar el abastecimiento en Cartagena. La central de abastos debería quedar cerca de esos lugares de producción de alimentos para que desde allí se puedan movilizar hacia mercados sectoriales, que serían puntos de economía popular en zonas con mayor densidad poblacional”, puntualizó.
Lo que viene en el proceso de revisión y ajuste del POT
La Secretaría de Planeación sigue avanzando en las mesas de participación dentro de la etapa de formulación del POT, para que luego pase a concertación ambiental y posteriormente al Concejo Distrital para su estudio y aprobación.
La meta es tener los documentos listos para el primer trimestre de 2026, por lo cual desde la dependencia reiteraron la invitación a los ciudadanos a participar en estos espacios.
“Estamos haciendo un ejercicio técnico muy riguroso pero necesitamos de la ciudadanía para construir las estrategias, programas y proyectos que puedan resolver los grandes desafíos del ordenamiento territorial”, concluyó el secretario.

Próximas mesas de participación ciudadana para el POT
Las mesas de participación para la formulación del POT comenzaron con encuentros en la zona rural e insular de la ciudad. Estas son las mesas que se estarán desarrollando en los próximos días:
- Barú.
- Palmarito.
- La Europa.
- Arroyo Grande.
- Manzanillo.
- Punta Canoa.
- Tierrabaja.
- Puerto Rey.
- Zapatero.
Para las próximas semanas, se prevé la realización de las mesas en la zona urbana y con diferentes grupos poblacionales.
