La Alcaldía de Cartagena puso en marcha una de las obras clave para el reemplazo definitivo de los carruajes de tracción animal: la construcción del hangar y patio–taller del sistema de coches eléctricos, ubicado en la zona de Chambacú.
La intervención, liderada por la Secretaría de Infraestructura, busca garantizar la operación técnica, energética y logística de los 62 vehículos que entrarán en circulación en el Centro Histórico.
La edificación se levanta junto al Complejo Deportivo Nuevo Chambacú, contiguo al lote de Ligas Menores y a pocos metros de la Carrera 14 del barrio Torices. Lea también: Primer lote de coches eléctricos ya está en Cartagena: cuándo llega el resto
Así será el lugar donde estarán guardados los coches eléctricos en Cartagena
El proyecto contempla un espacio superior a los 2.850 metros cuadrados, donde se habilitarán áreas para el mantenimiento, lavado, abastecimiento y maniobras de los coches, con el fin de asegurar una operación continua y ordenada.
Según la administración, este componente es indispensable para que el sistema funcione sin interrupciones y cumpla estándares de seguridad operativa.
Uno de los aspectos más relevantes del hangar es la instalación de una estación de carga solar que contará con una potencia de 150 kWh, alimentada por 244 paneles fotovoltaicos instalados en la cubierta del edificio.
Esta infraestructura permitirá cargar hasta 60 baterías al mismo tiempo, un esquema que funcionará mediante intercambio inmediato para evitar tiempos muertos y mantener la disponibilidad de la flota durante toda la jornada turística.
El tiempo de ejecución del hangar para los coches eléctricos en Cartagena
Los trabajos, que tienen un plazo estimado de cuatro meses, forman parte de la transición completa hacia un modelo de movilidad turística sin tracción animal. Le puede interesar: Coches eléctricos llegarán a Cartagena en pocos días: Alcaldía revela cómo son
La administración del alcalde Dumek Turbay ha reiterado que la entrada en operación de los coches eléctricos busca dignificar el servicio, responder a estándares globales de sostenibilidad y eliminar por completo la explotación de caballos en este tipo de recorridos.
El Gobierno local sostiene que el proyecto no solo moderniza un servicio tradicional, sino que también marca un cambio estructural en la forma como la ciudad gestiona su movilidad turística y sus compromisos con el bienestar animal.