Tras la histórica operación en la que se recolectaron varias piezas del Galeón San José, la embarcación española que naufragó en el Caribe en 1708, se inició un riguroso proceso de conservación para garantizar la adaptación de los objetos al entorno terrestre.
El cañón de bronce, las tazas de porcelana china y un fragmento de cuerda, que fueron recuperados del fondo del mar a más de 600 metros de profundidad, permanecerán en el laboratorio de patrimonio cultural sumergido del Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas del Caribe (CIOH) en Cartagena; mientras que las tres macuquinas o monedas fueron trasladadas al Museo Nacional de Colombia en Bogotá por razones medioambientales.
Alhena Caicedo, directora del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), explicó que todo este proceso se da en el marco de la segunda fase del proyecto de investigación ‘Hacia el corazón del Galeón San José’, que implicó la toma de muestras del área arqueológica para avanzar en el estudio de la embarcación. Lea: Tras recolección de piezas, comienza nueva fase en estudio del Galeón San José
“Esta segunda fase tenía como propósito la recolección de evidencia arqueológica con dos objetivos fundamentales: el primero, conocer mejor el comportamiento de los materiales en contacto con la atmósfera, para garantizar que a futuro puedan ser conservados; y el segundo tiene que ver con las preguntas del proyecto de investigación”, expuso.
Caicedo manifestó que el estudio de estos objetos permitirá responder interrogantes sobre su procedencia, técnicas de producción e incluso dar pistas sobre las causas del hundimiento del Galeón San José.
“Estamos adelantando nuevas hipótesis sobre qué sucedía en el Caribe a finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII, desde lo que en su momento eran las colonias ibéricas, el comercio interocéanico y la políticas monetarias del imperio español”, explicó. Lea también: Hallazgos en el Galeón San José refuerzan teoría de que no explotó
Tras la recolección de las piezas, se pudo identificar que el cañón, que tiene un peso de aproximadamente 2,5 toneladas, tiene grabado su lugar y fecha de fabricación: “Sevilla, 1654″; al igual que las monedas que contienen el año “1707″.

La recolección y conservación de las piezas
El capitán de navío Alexis Gratz, director del CIOH, explicó que la recolección de las piezas fue previamente acordada con las demás entidades que hacen parte del proyecto de investigación, como la Armada Nacional, el ICANH, y el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes.
“Luego de verificar más de 6 mil piezas identificadas sobre el área donde reposa el Galeón San José, se tomó la decisión de recolectar tres tipos de objetos: el cañón, las porcelanas y las monedas para su estudio”, dijo.
La operación se realizó a través del buque ARC Caribe, que cuenta con un laboratorio interno donde inició de forma inmediata todo el proceso de conservación, con el fin de evitar el deterioro de las piezas con su salida a la superficie.
Mariana Carulla, conservadora del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, explicó en detalle cómo se dio ese proceso, tras más de cinco meses de preparación por parte de las entidades del proyecto.
“El trabajo de conservación comenzó con una documentación detallada del estado de las piezas en el fondo marino. Luego, hicimos el seguimiento durante la subida al buque, con indicaciones al equipo de robótica para el ascenso. Una vez ingresaron, verificamos las piezas y las pasamos al agua, porque vienen de un contexto salino y no queremos que esas sales se sequen y se cristalicen”, explicó.

El cañón pasó a un contenedor refrigerado en total oscuridad a 4° grados de temperatura, con el fin de mantener al máximo sus condiciones originales y evitar su corrosión. De igual manera, los demás objetos también fueron sumergidos en agua.
Posteriormente, todos los elementos fueron trasladados a los laboratorios, los cuales cuentan con equipos de medición especializados para su preservación y cuidado.
“Estamos siendo rigurosos para garantizar su conservación en el tiempo. Se necesita seguimiento, pues son 300 años los que han estado en el fondo del mar y la cantidad de sales que tienen los objetos implica un proceso de estabilización bastante largo”, explicó Carulla.

Lo que sigue para las piezas del Galeón San José
De acuerdo con las autoridades, lo que sigue ahora, en el marco del proceso de conservación, es la eliminación de las sales y los cloruros de cada uno de los objetos, al tiempo que se hacen los análisis para definir las necesidades específicas de cada pieza.
De igual manera, se adelantan alianzas estratégicas desde la academia con laboratorios de ciencias básicas para realizar exámenes científicos que permitan establecer los comportamientos de los elementos en la superficie.
Desde el proyecto de investigación ‘Hacia el corazón del Galeón San José’, enfatizaron en que el fin último de todo este trabajo es que eventualmente la ciudadanía pueda conocer de primera mano la historia que encarna esta embarcación, posiblemente a través de un museo que permita acercar a la comunidad al patrimonio cultural sumergido.
Objetos recolectados del Galeón San José
Estos son los objetos del Galeón San José que ya se encuentran en la superficie:
- Tres macuquinas (monedas).
- Dos tazas de porcelana china (una de boca ortogonal y una de boca redonda).
- Dos fragmentos de porcelana.
- Un cañón de bronce.
- Un fragmento de cuerda.
- Pequeños fragmentos de metal y madera.

