Desde hace tiempo en Cartagena se ha venido trabajando en la política pública de salud mental, un instrumento que se convertirá en la hoja de ruta de los próximos 12 años para el abordaje de estos temas en la ciudad.
Según explicó el Departamento Administrativo Distrital de Salud (Dadis), el documento está orientado a garantizar el bienestar psicológico, social y emocional de las personas, así como a prevenir, atender y tratar los trastornos mentales desde un enfoque integral, comunitario y de derechos humanos.
Le puede interesar: Así funcionará la nueva línea gratuita de salud mental en Bolívar
Actualmente, el instrumento se encuentra en etapa de formulación la cual avanza en un 90%, por lo que se espera que el documento esté listo a finales de este 2025 para proceder a su aprobación e implementación.
La construcción de la política pública de salud mental de Cartagena
De acuerdo con el Dadis, el diseño de la política pública de salud mental de Cartagena se inició en 2020, sin embargo, debido a la actualización de los lineamientos a nivel nacional, se consideró necesario revisar, ajustar e iniciar nuevamente el proceso este año, con el fin de garantizar su concordancia con las nuevas disposiciones.
Lea: Nueva ley de salud mental en Colombia: estos son los principales cambios
“Este proceso busca alinear la política pública con los nuevos lineamientos nacionales, garantizando su plena coherencia con los principios y fases de implementación establecidos en la normativa, como enfoques de curso de vida, intersectorialidad, participación comunitaria y garantía de derechos”, explicaron.
Bajo este entendido, la política pública ha seguido la metodología establecida para este tipo de instrumentos, superando ya las fases de alistamiento y agenda pública en las que se contó con la participación de actores institucionales y comunitarios.
“Estos actores reconocieron y priorizaron los principales desafíos que la política pública deberá enfrentar en los próximos 12 años, con el propósito de consolidar a Cartagena como una ciudad garante del cuidado de la salud mental”, afirmó el Dadis.
Los desafíos de Cartagena en salud mental
En los espacios de participación se identificó que el principal problema en Cartagena en esta materia es el aumento de los trastornos mentales, de la conducta suicida y de otras afectaciones a la salud mental, situación que se ha agravado por la insuficiencia en la prestación de servicios y prácticas sociales y culturales que normalizan las violencias.
“A partir de este diagnóstico, el objetivo general de la política pública se orienta hacia la garantía del goce efectivo del derecho a la salud mental, mediante la disminución de los factores de riesgo asociados a trastornos mentales, suicidio, violencias interpersonales y epilepsia. Todo ello a través de un sistema de gestión integral”, indicaron.
Dicho sistema se centrará especialmente en promover entornos protectores para la salud mental, así como en garantizar respuestas oportunas desde un enfoque territorial, diferencial, multisectorial y con enfoque de curso de vida.
Los ejes estratégicos de la política pública de salud mental
Estos son los ejes estratégicos y acciones que aborda la política pública de salud mental en Cartagena:
1. Promoción de la salud mental: fomento del bienestar emocional y psicológico; fortalecimiento de la convivencia, el apoyo social y la resiliencia; reducción del estigma y la discriminación hacia personas con trastornos; y campañas públicas sobre salud mental.
2. Prevención de los trastornos mentales: detección temprana de problemas emocionales y de comportamiento; prevención del suicidio, la violencia, las adicciones y otras conductas de riesgo; e intervenciones tempranas en escuelas, familias y comunidades.
3. Atención integral y tratamiento: acceso equitativo a servicios; integración de la salud mental en la atención primaria; desarrollo de servicios comunitarios que sustituyan progresivamente la hospitalización prolongada; y acompañamiento y rehabilitación psicosocial.
4. Rehabilitación y reintegración social: programas de inclusión social, educativa y laboral; fortalecimiento de redes de apoyo; y enfoque en la autonomía y la recuperación de las personas.
5. Derechos humanos y enfoque de género: respeto a la dignidad, autonomía y participación de las personas con trastornos mentales; erradicación del trato discriminatorio en instituciones; y atención diferenciada según género, edad, etnia y contexto sociocultural.
6. Gestión intersectorial: coordinación entre los sectores de la salud, educación, trabajo, justicia, bienestar social, entre otros; enfoque comunitario y territorial en la implementación de acciones; y participación de organizaciones sociales y de usuarios.
7. Investigación, formación y evaluación: producción de conocimiento sobre la situación de salud mental y sus determinantes; capacitación continua de profesionales de la salud y del sector educativo; y monitoreo y evaluación de programas y políticas públicas.

