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Cartagena

San Francisco, La Loma: zona de alto riesgo y trece años desde su caída

13 años desde la caída de la Loma en San Francisco que destruyó casas, reubicó familias y dejó a una comunidad que aún busca respuestas.

San Francisco, La Loma: zona de alto riesgo y trece años desde su caída

San Francisco, la loma. Trece años desde su caída. // Foto: Archivo.

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El barrio San Francisco se ubica en las faldas del Cerro de La Popa, en Cartagena. Allí, la “La Loma” creció como muchos barrios periféricos de población de bajos recursos, construcciones informales, pendientes pronunciadas y un suelo vulnerable. Ya desde 1999, estudios alertaban de grietas, hundimientos y agrietamientos en la zona.

La combinación de lluvias abundantes (la temporada de 2010 registró más de 2.500 mm de precipitación) y un terreno intervenido sin control (rellenos de humedales y obras sin monitoreo) agravó la situación.

Entre 2009 y 2011 se desencadenó un colapso lento. Las lluvias de finales de 2010 aceleraron la inestabilidad, y en agosto de 2011 el barrio vivió el episodio más crítico, su caída y el agrietamiento de las casas.

Las cifras reportadas son: Según informes de la Oficina Asesora para la Gestión del Riesgo y registros de prensa de la época, alrededor de 978 viviendas resultaron destruidas y miles de personas Damnificadas tras el deslizamiento en Las Lomas de San Francisco. Lea aquí: Alcaldía revela los barrios de Cartagena donde harán patrullajes militares

San francisco. 13 años desde su caída. // Foto: archivo.
San francisco. 13 años desde su caída. // Foto: archivo.

Comunidad en busca de respuestas

Los reclamos de las personas no cesan. El reclamo central persiste y es el pago de la indemnización por daño material, moral y la vivienda prometida. “Varios de los damnificados siguen exigiendo indemnizaciones”, señalan habitantes reubicados.

Uno de los damnificados de San Francisco, asegura que muchas familias “ni siquiera hacían parte de los listados” y que el proceso de indemnización ha sido lento y desigual.

Resistencia y voces de la comunidad

Aunque muchas familias fueron reubicadas, el barrio no está “normal”: hay invasiones en zonas de alto riesgo y construcciones improvisadas que se levantan sobre los escombros de la loma. Las autoridades han reiterado que se trata de terrenos no aptos para habitar, pero siguen invadiendo esos terrenos ajenos en la actualidad.

Zonas bajas cerca de la loma siguen en su normalidad. Los mismos habitantes residen, sosteniendo que San Francisco sigue vivo, pero sin la loma que dejó de existir; ahora solo es un recuerdo cubierto de maleza.

Enilsa Pastrana, quien ahora vive en arriendo en otro sector, recuerda lo que significó perderlo todo:“Allí crié a mis hijos, y al ver la grieta que se abrió en la pared… sentí que se me venía el mundo encima”.

Nellys Garcés Vélez, habitante, expresa que su mayor tristeza no es haber perdido su casa, sino el sentimiento de pertenencia. “Allá todos nos conocíamos, compartíamos hasta el agua. Hoy cada quien ya está por su lado y la comunidad se dispersó, una que otras veces me encuentro entre los barrios a mi gente querida de sanpacho”.

“Mi casa se empezó a agrietar mucho antes del 2010, dos veces la reconstruí porque la paredes se rajaban, me tocó prestar dinero para mantener en pie mi casa donde vivíamos 4 familias y era un espacio grande con 1 apartamento de dos plantas en el patio y lo más irónico es que aún uno de mis hijos y yo no recibimos casa mientras que muchas personas que no vivían en ese sector tienen casa” Concluyó la señora Nelly.

Trece años después

El Distrito ha señalado avances en los procesos de reasentamiento, pero los damnificados insisten en que aún faltan respuestas. Los proyectos de vivienda temporal se convirtieron en permanentes.

En 2024 Daniel Vargas Díaz, director de la Oficina Asesora para la Gestión del Riesgo de Desastres (OAGRD), resaltó que venían asumiendo el pago de subsidios de arriendo como medidas de alojamiento temporal desde hace años, y a día de hoy aún se sigue dando después de la emergencia hace 13 años.

Para ese mismo año la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo incluyó nuevamente a San Francisco en su lista de zonas con necesidad de intervención prioritaria. La entidad reiteró que sigue clasificado como zona de riesgo alto, aún así después de lo sucedido.

La memoria de “La Loma” sigue viva en quienes la habitaron. En las calles de los nuevos barrios, entre conversaciones y recuerdos, el nombre de San pacho aparece como un símbolo de resiliencia y resistencia. Lea aquí también: Cartagena se prepara para 4 ruedas de negocios con Meetings CTG

“La Loma se cayó, pero la gente no. Seguimos de pie y que no se olviden de nosotros”, señaló Nellys Garcés Vélez .

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